¿Qué debo tener preparado para su llegada?
Es importante disponer de una serie de elementos para sus necesidades diarias, pero antes de conocerlos es fundamental tener presente estos datos:
- El emplazamiento de la caja de arena absorbente debe estar alejada de zonas de tránsito o de uso habitual de la familia. Muchos animales no acuden a la arena por ser una zona «estresante».
- La comida y el agua deben colocarse en sitios de fácil acceso, separados de la caja de arena y en comederos que el gatito no pueda volcar en sus primeros días.
Si existen otros animales:
- Perros: colocar la comida y la bebida en alturas de difícil acceso para el perro.
- Gatos: poner comederos y bebederos en número suficiente para evitar disputas (lo ideal sería uno por cada gato).
Teniendo claros estos puntos, los objetos imprescindibles para el gato recién llegado son:
- Comida: un alimento específico para su edad. Una elección correcta desde el inicio favorece en gran modo un correcto estado sanitario de nuestro nuevo amigo. Mejor los alimentos secos (piensos).
- Agua: siempre fresca y en suficiente cantidad; el gato no es un gran bebedor, pero cuando bebe prefiere agua fresca… es por ello que en muchas ocasiones podamos verle lamiendo las gotas de cualquiera de los grifos de la casa. Existen dispensadores de agua corriente o «circulante» muy del agrado de los felinos.
- Comedero y bebedero: fáciles de limpiar y difíciles de volcar.
- Bandeja para la arena absorbente: existen tipos variados de
bandejas: simples, con borde, cubiertas (con y sin puerta), de
limpieza automática… Para empezar sería suficiente, incluso
conveniente, optar por una bandeja simple; ello facilita el acceso
del joven animal y su uso sin complicaciones. Más adelante y según
las características y uso particular, podremos optar por modelos
cubiertos evitar salida de arena en el rascado), de limpieza
automática (¡¡un auténtico lujo!!)…
Es importante educarle en su buen uso: si el animal hace sus necesidades fuera de la bandeja, las recogeremos y las pondremos en la arena; en pocos días este sencillo truco enseñará a nuestro amigo a «no salirse del tiesto». Si sigue con los comportamientos higiénicos inadecuados, podremos ver soluciones en otro apartado del libro.
- Recogedor o paleta: útil para sacar diariamente los residuos sólidos de la bandeja («kks»); con este utensilio evitamos el contacto con las deyencciones, evitando la posible transmisión de enfermedades.
- Arena o lecho absorbente: la elección del lecho absorben debe regirse por criterios de calidad y no de precio de oferta. La mayor parte de los gatos son muy selectos en lo referente a su WC; si no es de su agrado, orinarán y defecarán fuera de esa arena poco adecuada.
- Cepillo o peine: dependerá de las recomendaciones del profesional; lo que sí debe quedar claro es que necesitaremos un utensilio con el que podamos diariamente «poner a punto» el pelo de nuestro gato, tanto si es de pelo largo como de pelo corto.
- Malta: este producto suele venderse en forma de pasta; su
finalidad es favorecer el tránsito del pelo que el gato traga
cuando se limpia con la lengua. Es casi imprescindible para evitar
atascos de pelo en el aparato digestivo. Los animales de pelo corto
deben tomarlo al menos una vez por semana, aumentándose la
frecuencia (dos-tres por semana) en ejemplares de pelo largo.
Existen muchos alimentos específicos en las clínicas veterinarias y tiendas especializadas pensados para evitar los problemas de las bolas de pelo; a pesar de su uso y de su excelente capacidad de actuación para aquello que han sido diseñados, el empleo de la malta debe seguir realizándose.
- Rascador: útil si acostumbramos al animal a su uso desde
pequeño. Cuando observemos que afila sus uñas en un emplazamiento
no deseado le diremos que no y lo dirigiremos al rascador.
Para que elija el rascador como «zona de afilado» deberemos jugar con el animal utilizando el rascador; mediante el juego «se dará cuenta» de que sus uñas se enganchan de maravilla; con esta sencilla operación los olores de las glándulas sudoríparas y sebáceas que tienen entre sus dedos se «grabarán» en el rascador. Estos sencillos métodos conseguirán que el gato elija el rascador y se olvide de las cortinas y de los sillones. También se facilita el uso de los rascadores con Catnip (lo comentaremos más adelante) o si son impregnados con feromonas.
- Collar: tiene una función exclusivamente estética, siempre y cuando no hayamos decidido sacar a pasear al gato por la calle, algo cada vez más frecuente. De una u otra forma es conveniente acostumbrar al animal a su uso desde pequeño.
¿Debe tener una cama?
Aunque no figura entre los utensilios necesarios a su llegada al hogar, es una opción. Los gatos disfrutan durmiendo, por lo que agradecerán una buena cama. Existen diseños de todo tipo… elegiremos uno barato y sencillo de lavar…
Por muy bonita que sea la cama el gato es como es y decidirá en qué sitio o sitios descansará a lo largo del día… ¡¡Por eso no hemos incluido la cama entre los utensilios necesarios!!
¿Puedo bañar al gato?
¡Por supuesto!, pero cumpliendo los siguientes requisitos:
- No hacerlo, salvo que sea imprescindible (¡suciedad extrema!), hasta que tenga puestas todas las vacunas de cachorro.
- No sustituir los cepillados por los baños: el cepillado debe ser diario y con ello podremos distanciar los baños.
- Utilizar champú específico para gatos.
- Secar perfectamente al acabar el baño (toalla y secador).
- Acostumbrar al cachorro al agua de forma gradual y positiva… ¡los gatos no odian el agua… odian lo que no conocen!
¿Es necesario vacunar y desparasitar a los gatos?
¡¡Sí!!, el gato no tiene menos derechos ni menos riesgos que un perro. Existen graves enfermedades en este tipo de mascotas, enfermedades que pueden evitarse con la correcta vacunación. Lo más conveniente es ajustarse a la pauta de vacunaciones y desparasitaciones que recomiendo el veterinario de confianza.
Demasiada gente piensa que el animal no puede enfermar al no salir de casa… Desafortunadamente las enfermedades contra las que vacunamos y desparasitamos al gato pueden ser vehiculadas al hogar de muchas formas, entre otras por sus propietarios. Aunque no tengan acceso al exterior, se recomiendan la vacunación y la desparasitación.