Estado sanitario
Hemos insistido en la conveniencia de la ayuda de un veterinario independiente para la elección de nuestro nuevo amigo. Si esto no es posible, debemos observar los siguientes puntos:
- Animal despierto, atento, interesado por lo que sucede en su entorno, con tendencia al juego; su aspecto general debe parecer dinámico, espabilado.
- Buen estado de nutrición, cuerpo compacto.
- Pelo suave sin caspa, ni zonas sin pelo. Un pelo limpio y sano es uno de los claros indicativos de salud.
- Ojos brillantes, limpios, sin legañas u otras secreciones.
- Oídos sin secreciones, ni suciedad, ni heridas, ni zonas sin pelo. El rascado frecuente de las orejas suele ser principio de un problema.
- La nariz no debe presentar secreciones (mocos) ni «efectuar» estornudos.
- Zona que rodea el ano sin restos de heces (para descartar la existencia de diarreas).
- Dientes limpios y encías sonrosadas.
- Las extremidades serán firmes, flexibles, compactas; ello permitirá un correcto apoyo, la marcha y la carrera. Es también muy importante que no existan deformaciones, abultamientos, ni dolores articulares.
- Las desparasitaciones, las vacunaciones y las analíticas específicas realizadas (leucemia, inmunodeficiencia) deberán figurar en una cartilla veterinaria sellada y/o firmada por un veterinario colegiado.