El ronroneo
Si nos atenemos a la definición de la Real Academia Española, el ronroneo, referido al gato, es la acción y efecto de producir u na especie de ronquido, como demostración de contento…
Esta curiosa manifestación de los felinos se ha llegado a definir como una obra de arte, por su singularidad como forma de expresión.
Los que conviven con uno o más gatos, saben de lo que estamos hablando… Cuando el animal se encuentra plácidamente tumbado o tranquilamente sentado, o cuando su cuerpo está siendo acariciado por nuestras manos… es como si se activará un «motor» … A partir de ese momento todo el cuerpo del animal se ve inundado por una continua vibración, por un sonido sordo, hueco, profundo; un sonido tan característico de los felinos domésticos como característico es el incomparable e inimitable sonido de una Harley Davidson.
Pero a pesar de que el ronroneo es conocido, a pesar de tener una definición… lo verdaderamente curioso es que todavía hoy no se sabe cómo el gato consigue producirlo.
Como en todo lo difícilmente explicable existen teorías… una propone que el ronroneo parte de unos pliegues o falsas cuerdas vocales; otra que se produciría por la contracción de ciertos músculos de la laringe... y entre muchas otras más destacaríamos aquella que relaciona el ronroneo con el flujo sanguíneo de la vena cava posterior; según esta teoría, el flujo venoso y la acción del diafragma sobre esta importante vena provocaría unas oscilaciones que se verían amplificadas en la caja torácica.
Sea cual sea la inexplicable procedencia del ronroneo, la gran mayoría de investigadores e interesados por el tema le atribuyen al ronroneo una expresión de bienestar.
Incluso algunos otorgan a esta acción felina una forma de «autocomunicación» del animal, algo así como un «hablarse a sí mismo», un momento especial que el animal disfruta y que consigue trasmitir al que está a su lado.
Si tenemos a un gato ronroneando en nuestro regazo, nos invadirá su sensación… Si nos dejamos llevar por esas inexplicables oscilaciones sentiremos que nosotros también nos relajamos, que el bienestar nos inunda… Si nos toman la tensión veremos que ésta se estabiliza, se regula, que las pulsaciones disminuyen…
Y siguiendo con las teorías, con las investigaciones… El ronroneo no nos aclara su procedencia, pero los estudiosos del tema son capaces de proponer varios tipos de ronroneo… uno de ellos sería el ronroneo de agradecimiento, que es aquel que «ofrece» el animal al humano proporcionándole algo de su agrado, sea material o afectivo.
Otro tipo de ronroneo sería como un «cebo» para el hombre, un ronroneo para conseguir algo de su amigo de dos patas.
Forma de expresión, medio para conseguir atenciones… Cuanto más nos sumergimos en el ronroneo más nos podremos dar cuenta de que éste aparece en diversas y extremas situaciones: desde el animal que está enfermo, muy enfermo, casi a punto de morir, hasta en la hembra que está siendo montada enérgicamente por el macho.
Es posible que cada gato sepa utilizar su ronroneo para aquello que pretende… es posible que el ronroneo tenga un componente innato y uno claramente aprendido.
Un cachorro de gato recién nacido, de apenas pocos días de vida, puede ronronear… ¿Quiere conseguir algo? ¿Es una expresión innata de bienestar? ¿Está comunicando algo a su madre y hermanos?
Pasarán muchos años y quizá este secreto tan bien guardado por los felinos siga sin resolverse.
Mientras tanto, pensemos que cuando nuestro gato ronronea, algo bueno le pasa, o algo bueno está buscando.
Nosotros, como sus familiares felinos de mayor tamaño, no podemos ronronear. Nuestra expresión más similar de bienestar, placer o grado, jamás se parecerá ni por asomo, al dulce y pacificador ronroneo de un gato.