Prejuicios famosos
Aristóteles, filósofo y naturalista griego del siglo III aC., afirmaba: «el gato es una animal traicionero, incapaz de aprender más que cosas malas, aunque las gatas son aún peores, dueñas de una sexualidad promiscua y escandalosa».
Georges-Louis Leclerc, más conocido como conde de Buffon, en su libro de Historia Natural escribía: «la gata es más ardiente que el macho, lo invita, lo busca, lo llama, anuncia a gritos el furor de sus deseos o más bien el exceso de sus necesidades y cuando el macho la huye o la desprecia, lo persigue, lo muerde, lo obliga, por así decir, a satisfacerla».
El mismo autor también nos dejó esta «perla»: «Los gatos poseen una innata malicia, una falsedad de carácter, una naturaleza perversa que aumenta con la edad y que la educación sólo consigue enmascarar».