Roma
Con el paso de las legiones romanas por Egipto se secuestraron multitud de felinos: eran considerados como trofeos de guerra a su paso por el Nilo. Esto hizo que en el Impero romano los gatos fuesen símbolo de victoria y triunfo del ejército, por lo que fueron muy apreciados en todo el Imperio.
El sentido de la independencia del gato y sus andares elegantes hicieron que fuera considerado un animal distinguido y muy preciado por la alta sociedad. También fueron considerados como símbolo de la libertad y eran representados junto a la diosa Libertas.
La gran expansión del Imperio romano por todo el continente europeo y por el asiático hizo que el gato llegase a muchísimo países distintos y que se extendiera por el resto del mundo.