A mis padres para que puedan leerme durante muchos años.

A Ángel, que escucha mis comentarios con una sonrisa durante todo el proceso, desde que empiezo a escribir hasta que termino.

A todas las lectoras y todos los lectores que habéis estado ahí desde el principio. Vosotros sabéis quiénes sois y os llevo en mi corazón a cada paso que doy.

A los que os habéis unido después y me apoyáis en cada momento, me mandáis mensajes de ánimo hermosos y comentarios sobre mis historias.

A los que posiblemente llegaréis después.

A mi agente, Chus, por confiar tanto en mí.

Y a mi editora, Ana, por haberme dado la oportunidad de contar esta historia tan importante para mí y enseñarme muchísimo