y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales
puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre
a Ítaca en tu
mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan
hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles
pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta
experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.
Kavafis (*), dedicado a Odiseo, Ulises.
Contextualicemos en primera instancia el poema y su fundamentación histórico-literaria. Este es un poema que (*) Constantino Petrov Kavafis/Cavafis (Alejandría 1863-1933), poeta griego, dedica a Odiseo (Ulises), protagonista de La Odisea, de Homero. Como saben, Odiseo rey de la Ítaca, isla Jónica frente a las costas griegas. Su esposa en La Odisea es Penélope y tras marchar a la Guerra de Troya, pasa diez años de su vida intentando regresar a Ítaca, su hogar.
Dicho esto, es fácil y aparente pensar que Cavafis lo único que hace es aconsejar a Odiseo en su vuelta a casa con una más que posible experiencia en las tierras y en el viaje que éste ha de emprender (Cavafis conoce la zona, es de la zona). Yo no creo que Cavafis le hablase a Odiseo sobre cómo volver a su casa sino que escribió utilizando un