SIMETRÍA FRATERNAL
No tengo hermanas. Sí hermanos, dos. Yo soy la que va entre ambos. Desde luego siempre eché de menos tener una, sin perjuicio de lo mucho que quiero a mis hermanos y lo que he compartido con ellos. Pero no es lo mismo, supongo que no es lo mismo. Creo que mi hermana hubiese sido ante todo mi mejor amiga y leal compañera, aquella con la que compartirlo absolutamente todo y con la que pienso que nunca hubiese tenido la oportunidad de sentirme sola. Los hermanos son una bendición, pero si son del mismo sexo y con poca diferencia de edad tiene que ser algo verdaderamente genial. Y lo creo porque lo he visto y lo veo todos los días.
Menuda pareja. Menuda pareja de hermanos bien avenidos. El temor de “las nenas”, los Zipi y Zape de Cartagena y parte de Polonia. Siempre al acecho, pasan parte de su vida juntos (cuando pueden, también es cierto) y es seguro que se lo pasan tremendamente genial. Yo creo que muchos les envidiamos, aunque sea yo la que ahora a través de estas letras lo reconozca. Pero sobre todo, les queremos y tenemos gran cariño, porque son sencillamente geniales. Menudos son los hermanos Pérez-Bódalo.
Eduardo es el mayor. Es algo más introvertido pero al mismo tiempo tremendamente observador. Y cuando se pronuncia sobre algo, sentencia. Con todas las de la Ley. Yo soy algo mayor que él y le recuerdo, yendo yo de nazarena junto al trono de nuestro amado Descendimiento, con un mini-traje de capirote del Descendimiento (cara tapada incluida) llevando el paso al sonido de los tambores junto a su padre que de nazareno lo acompañaba. No tendría más de cinco o seis años y aguantó toda la santísima procesión. Lo lleva en los genes, y de varias generaciones. Ahora viste el traje titular, el de “verdad”, percibo que con el gran respeto y devoción hacia éste alrededor de los que ha crecido. Y es Ingeniero Naval, no podía ser de otra manera. Ama Cartagena, el mar y los barcos.
Javier es el pequeño. Es bastante extrovertido, al contrario que su hermano. También tremendamente observador. Y alguien que dice lo que piensa sin cortapisas (cosas que para mí es una gran virtud) con argumentos y con un margen de error bastante pequeño. Vamos, que no se suele equivocar, no dice tonterías. Tiene carácter, sí señor, parece más pasional. Se lleva algún año más conmigo que su hermano y lo recuerdo algo