PRÓLOGO
Recuerdo que el primer año de carrera un profesor, muy acertadamente, nos animó a comenzar a escribir donde fuera, pues el Periodismo es una profesión eminentemente práctica y se aprende desde el primer día de clase, no hace falta titularse para empezar a ser periodista. De hecho, como dijo, era muy recomendable.
Y es que a caminar se aprende caminando igual que a hablar, hablando o a nadar, nadando. Lo mismo pasa con la escritura. Solo la práctica de ésta a lo largo del tiempo hace que, además de corregir ciertos errores ortográficos que se cometen, se enriquezca el contenido y el estilo. Pero para ello, sin duda, se necesitan referentes, “mentores” como yo les llamo que inspiren en una las ganas de escribir y con ello, comunicar. Es por tanto que quiero dar las gracias a Yayo Delgado por haberme sido de inspiración pues un día, hace ya algunos año me topé con su blog Achopijo; pensé que yo no era capaz de hacer eso y cuando mi profesor, el antes mencionado, nos animó a escribir, lo que hice fue ni más ni menos que crear un blog y empezar a escribir, intentando tener constancia en escribir, lo que se me ocurriese cotidiano, como mi mentor. Este es el resultado.
He pretendido recoger en este libro lo que considero está mejor escrito y con temática de interés, desde que comencé a escribir; primero en Mientras duermes papá, luego en mi blog en la versión digital del periódico La Verdad Reflexiones de una Treintañera Universitaria y posteriormente en mi propia página web, Valor Añadido. Es seguro que apreciarán una evolución en la escritura conforme avancen en la lectura del libro; es algo de lo que me siento orgullosa pero que no me vale: tengo que seguir aprendiendo, muchísimo, y gracias a la ayuda de pequeños grandes maestros que sin esperar nada a cambio me enseñan todos los días. Gracias a éstos, también.
Nunca imaginé que publicaría un libro. Nunca imaginé que esas horas y horas de escritura liberadora quedarían plasmadas en un manuscrito: pues aquí está.
Deseo disfruten con la lectura (seguro rápida) de este libro. Pretendo no dejarles indiferentes, aviso.
Pero sobretodo, ante todo, agradezco hayan apostado por mí y comprado el libro. No es una cuestión de dinero sino de sentir que el trabajo de una tiene un valor.
Siempre agradecida: Ana María Soto.