Innumerables niños inocentes,

cuyos nombres nunca leeremos en los titulares

de los periódicos, se siguen salvando

del horror de ser secuestrados gracias a los incansables

esfuerzos de Maureen Kanka, John Walsh,

Brenda van Dam, Mark y Cindy Sconce,

Kim Swartz y tantos otros. Que el bien que hacen

a nuestra sociedad lleve la paz a sus vidas.