Entrevista con Karima Alganmi
Pregunta: ¿Quién te contaba los cuentos?
Karima: Mi abuela {pausa}, bueno, mi abuela, mi tía, la gente mayor que tenía alrededor.
P: ¿En qué momentos te los solían contar?
K: Normalmente era por la noche, cuando nos íbamos a dormir. Me acuerdo que cuando era muy pequeña solíamos andar zascandileando y haciendo ruido, y cuando [los mayores] nos pedían que nos calláramos no lo hacíamos, pero cuando nos decían que si nos callábamos nos contaban un cuento, rápidamente nos sentábamos a escuchar. Y a mis sobrinos, en el campo, aún les cuentan cuentos. Aunque tengan televisión, prefieren los cuentos. Por ejemplo, me acuerdo de un día en que mi sobrino empezó a llorar y a llorar que le contasen un cuento y no se calló hasta que su madre se lo contó.
P: ¿Para qué crees que sirven los cuentos?
K: Antiguamente no había nada y servían más bien de entretenimiento. No había juguetes en las casas, ni televisión. Lo normal es que se jugara en la calle, y cuando se hacía de noche y se tenían que meter en sus casas, el único entretenimiento eran los cuentos.
P: ¿Qué sientes tú cuando te cuentan o cuentas cuentos?
K: Siento como si lo que me estuvieran contando o lo que estoy contando fuera verdad. Disfruto mucho con los cuentos. Sobre todo, cuando me los cuentan. Soy yo la que le pido a mi abuela, cuando la veo, que me cuente cuentos. Me encantan.
P: ¿Y cuando eres tú la que los cuentas?, ¿qué sientes?
K: Me siento fenomenal. Me relajo, me tranquilizo. Si alguien me pide que le cuente cuentos, lo hago sin dudar.
P: Cuando estás con tus sobrinos, ¿les cuentas cuentos?
K: Claro. Tengo un sobrino que en cuanto me ve, me pide que le cuente cuentos. Y a todos mis sobrinos en general les gusta que se los cuente y me lo piden.
P: ¿Hay mucha variedad de cuentos? Y, dentro de esos tipos, ¿cuáles son los que tú sueles contar?
K: Hay mucha variedad. Hay de miedo, de niños, de brujería. Por ejemplo, los de miedo no es bueno contárselos a los niños pequeños porque piensan que todo eso pasa de verdad, y les da miedo.
P: ¿Cómo nacieron los cuentos?, ¿cómo se crearon?
K: Hace mucho tiempo, cuando a alguien le pasaba algo, o en su familia o aldea ocurría algo, empezaba a contárselo a éste, y éste al de más allá, y así sucesivamente. Y así acaba naciendo un cuento. Pero también hay cuentos inventados, que no son sucesos reales.
P: ¿Cambias los cuentos al contarlos?, ¿crees que con el tiempo los cuentos van cambiando?
K: No. A lo mejor, con el tiempo, se le ha podido añadir algo a un cuento, peto intentando siempre no cambiarle el sentido.
P: ¿Sabes cuentos de espíritus?
K: Me han contado algunos, pero no me gustan mucho. De espíritus, lo que más me han contado son historias verdaderas.
P: Cuando estás con tus amigas, ¿os contáis cuentos?
K: No. Con quien más vivo los cuentos es con mi familia.
Alhucemas, 26 de agosto de 2002