De ello se deduce que cualquier especie, si varía de alguna manera que le resulte ventajosa, teniendo en cuenta las condiciones de la vida, complejas y a veces variables, tendrá mejores probabilidades de sobrevivir, y así será seleccionada por la naturaleza.

Charles Darwin,
El origen de las especies, 1859

La evolución no es de «una naturaleza muy mística». Depende de accidentes. En numerosas especies, estos accidentes suceden con la frecuencia suficiente para dar lugar a certidumbres estadísticas.

J. B. S. Haldane,
A Dialectical Account of Evolution, 1937.

La ciencia no es «enseñar y contar». Como investigadores, jamás deberíamos basar nuestras conclusiones en la punta visible del iceberg, ni en la capacidad limitada del hombre de acceder a la naturaleza. Si una especie desconocida existe, pero aún hemos de verla, existe de todos modos. Por su parte, la naturaleza ha hecho lo posible por mantenernos alejados de sus profundidades, sean los abismos fríos e infestados de turba del lago Ness, o las aguas inexploradas de la Fosa de las Marianas. Solo después de inventar los medios de acceder se revelarán los misterios. Hasta entonces, cualquier conclusión que extraigamos seguirá sin demostrarse.

Zachary Wallace, biólogo marino,
Lago Ness: una nueva teoría. Scripps, 1999 (inédito).