En el verano de 1986, efectuamos pruebas con sónar como preparativo para la Operación Deepscan, la investigación más exhaustiva del lago Ness jamás llevada a cabo. Laurence Electronics accedió a proporcionarnos unidades de sónar Simpson-Lowrance X-16, elegidas porque registrarían en una gráfica de papel cualquier cosa vista en las profundidades del lago Ness. Cada unidad tenía un alcance de trescientos noventa metros, y podía localizar objetos de treinta centímetros, separados por dos y medio.
El 9 de octubre de 1987, empezó la Operación Deepscan, el rastreo con sónar más extenso de una masa de agua dulce jamás intentado. Más de doscientos cincuenta reporteros y veinte equipos de televisión asistieron al acontecimiento, más de los que hicieron acto de aparición en la cumbre Gorbachev-Reagan celebrada en Reikiavik, Islandia, en 1986. Iniciamos nuestra investigación en las aguas del hotel Clansman. Diecinueve barcos formaban una hilera que recorría el lago Ness a lo ancho, cada uno provisto de una unidad de sónar X-16. Seguía a la flotilla el New Atlantis, un barco más grande provisto de un sónar Simrad Scanning, diseñado para concentrarse en contactos identificados. El primer día, se registraron tres contactos de sónar fuertes entre setenta y ocho metros y ciento ochenta metros. El mejor de los tres se tomó durante más de ciento cuarenta segundos a ciento setenta y cuatro metros de Whitefield, frente a la bahía de Urquhart. Después de un análisis minucioso, David Steensland, de Laurence Electronics, afirmó que los tres objetivos eran más grandes que un tiburón, pero más pequeños que una ballena.

Adrian Shine,
director de la Operación Deepscan,
Royal Geographic Society.