La vida de los animales salvajes es una lucha por la existencia. Se necesita todo el esfuerzo de sus facultades y energías para conservar la existencia y mantener a sus crías. La posibilidad de proporcionar comida durante las estaciones menos favorables, y de escapar de sus enemigos más peligrosos, son las condiciones principales que determinan la existencia de los individuos y de toda la especie. Estas condiciones también determinan la población de una especie, y gracias a una minuciosa consideración de todas las circunstancias se nos permite comprender, y hasta cierto punto explicar, lo que a primera vista parece inexplicable: la excesiva abundancia de algunas especies, mientras otras estrechamente relacionadas con ellas son muy escasas.

Alfred Russel Wallace,
Sobre la tendencia de ciertas variedades a desviarse indefinidamente del tipo original, 1858.

Hay al menos diez mil avistamientos constatados en el lago Ness, pero solo el treinta por ciento están documentados.

Roy Mackall,
criptozoólogo