AGRADECIMIENTOS

Supe, desde el principio, que La memoria del tiempo sería una novela arriesgada en la que mi deseo ha sido hacerte vibrar con una historia diferente y fantasiosa en un entorno perdido en medio de la nada. Como puedes comprobar en el mapa, Greening Island y Raventhorp existen y, como dice tía Lydia, llegar hasta ahí es una odisea, aunque cualquier similitud con esta ficción «viaje espacio-temporal», es mera coincidencia. La descripción del lugar también forma parte de la fantasía de esta trama. Ojalá la hayas disfrutado porque, llegados a este punto, el de los agradecimientos, tú, lector/lectora, eres la persona a la que tengo que agradecer la posibilidad de haber llegado hasta aquí. Hasta el fin de una Trilogía que me ha dado muchas satisfacciones empezando por La viajera del tiempo y la que, con sinceridad, considero mi historia más especial: Perdida en el tiempo. La memoria del tiempo ha cerrado un ciclo, pero no una temática. Espero que me permitas seguir sorprendiéndote con futuras historias, mezcla de fantasía, romance e intriga, con viajes en el tiempo como telón de fondo, alternándolo con otros géneros y publicaciones.

A mis padres.

A mi marido, a mis hijos y al nuevo corazoncito que late dentro de mí.

A Marley, mi querido «cachorro» que, fielmente, me acompaña bajo el escritorio durante las largas horas de escritura y hasta me permite retrasarme diez minutos cuando le toca comer. Hunter está inspirado en ti.

A los lectores que sé que me acompañáis en cada libro: Elisabeth & Pep, Noelia Hontoria, Yolanda Morato, Ignacio Palacios, María Hernando, Rosa Vázquez, Kepa Menéndez, Vanessa Ruiz y Estefanía Yepes.

A Carter & Ann, Mayra Corro, Henar Gutiérrez Marín y Daniel Hernández V.

A todos: ¡nos reencontramos en la próxima historia!