Muley Hacén y la pérdida de Granada

En el año 1481, infringiendo algunos pactos y derrotando al ejército cristiano, el rey de Granada, Muley Hacén, conquistó y asoló Zahara. Entre todo el botín eligió como joya más valiosa a una hermosa dama llamada Isabel de Solís, y regresó con ella a Granada llevándola sentada en la grupa de su propia cabalgadura.

Se dice que, al entrar su ejército victorioso en Granada, entre retumbar de atabales y música de cornetas y chirimías, un viejo alfaquí con fama de adivino lanzó un funesto vaticinio, anunciando que las ruinas de Zahara caerían sobre Granada y que sus soberbias mezquitas y sus floridos cármenes acabarían siendo hollados por la impura planta del infiel. Y se dice también que aquello contrarió mucho al rey, que quiso castigar al alfaquí, pero que no pudo encontrarlo.

El rey Muley Hacén ya no era joven, y la cautiva se convirtió en el centro de todos sus pensamientos y deseos amorosos. Sin duda encontró en ella respuesta favorable y hasta apasionada, de modo que rey y cautiva vivieron con plenitud un amor que fue la admiración de su tiempo y suscitó muchas controversias, y luego sangrientas guerras, entre los granadinos. La entrega de la cautiva al rey era tan sincera que pronto abjuró de su religión originaria para convertirse al islamismo, y recibió el nombre de Zoraya.

Frente a los abencerrajes, notables que veían con disgusto e inquietud la presencia de aquella mujer en la corte y su intimidad con el rey, los zegríes y gomeles, algunos de los cuales provenían de ciertos linajes cristianos, la apoyaron sin titubeos. Y resultó que Zoraya empezó a ser importante para el rey, no solo en su vida sentimental, sino en ciertos asuntos de la gobernación.

El adversario más temible de la nueva enamorada real era la primera esposa de Muley Hacén, doña Aixa, conocida como la Horra, «la honesta», dama muy orgullosa de su estirpe y de carácter sólido y voluntarioso, que intentaba afianzar lo más posible en el poder al futuro heredero de la corona, Boabdil, hijo también de Muley Hacén.

La desconfianza de doña Aixa hacia Zoraya, a quien consideraba culpable del olvido en que el rey la había puesto a ella, se acrecentó con la noticia de que Zoraya esperaba un hijo, pues le hizo comprender que ese hijo sería un rival en la sucesión de la corona si además era apoyado por aquella importante facción de súbditos que representaban zegríes y gomeles.

De aquellas desconfianzas nacieron conspiraciones. Los abencerrajes eran partidarios de doña Aixa y de Boabdil, y pronto se produjeron lances violentos entre las familias adversarias. Muley Hacén intentó detener el progresivo enfrentamiento y ordenó que doña Aixa y Boabdil no saliesen de su residencia. Una grave insurrección de los abencerrajes, que el rey logró sofocar, fue luego castigada por él con el degüello de muchos, lo que enconó aún más la situación. Doña Aixa y Boabdil fueron al fin liberados por sus partidarios y la guerra civil se generalizó.

Se dice que algunos consejeros muy cercanos al rey, conociendo la gravedad de los sucesos, que tanto perjudicaban a los árabes en beneficio de los reyes cristianos, intentaron sugerir con mucha prudencia a Muley Hacén que se apartase de Zoraya, sobre todo a la hora de tomar las decisiones que tan graves efectos tenían en los asuntos del reino. Sin embargo, el amor de Muley Hacén seguía siendo tan apasionado como el primer día y no quiso escucharlos.

Se sucedieron muchos sucesos importantes, como la huida de Muley Hacén, la captura de Boabdil por los cristianos y su costoso rescate, y la guerra sin cuartel entre los seguidores del padre y los del hijo, en que Muley Hacén recibió la ayuda de su hermano, Abdallah el Zagal, señor de extensas tierras y capitán de numerosos soldados.

El rey, sintiéndose viejo y enfermo, abdicó en su hermano Abdallah, lo que dobló la furia de Aixa la Horra y mantuvo, violenta, la guerra civil, una guerra fratricida en que los contendientes llegaron a valerse de la ayuda de los cristianos para castigar a sus adversarios, aunque pertenecían a su mismo pueblo y tenían su misma fe. Sin embargo, los contendientes estaban cada vez más exhaustos y el cerco de los ejércitos cristianos era implacable. Al fin, Abdallah el Zagal rindió sus hombres y sus estados a los reyes Isabel y Fernando, y la resistencia de Boabdil acabó pronto y debió rendirse también.

Se cumplió la profecía que el viejo alfaquí había pronunciado cuando Muley Hacén tomó Zahara, y las plantas de los cristianos hollaron las mezquitas y los jardines de los árabes, porque su reino en España había llegado a su fin. Para el recuerdo de los siglos venideros, Boabdil recibiría el sobrenombre de Desventurado.

Isabel de Solís, con los hijos nacidos de su unión con Muley Hacén, recibió de nuevo el bautismo, pues los sacerdotes cristianos entendieron que su anterior abjuración había sido forzada.

En general, los narradores no dudan de la verdad y pasión de los amores entre Isabel de Solís y Muley Hacén. No obstante, algunos cronistas árabes insinúan que la dama, tan cercana al rey de Granada, señora de su intimidad en tiempos cruciales para el destino del reino, fue el arma más demoledora con que contaron los cristianos para confundir, debilitar y por fin abatir el poderío del último reino árabe en la península.

La verdad solo puede saberla Dios, el Clemente, el Misericordioso.

Leyendas españolas de todos los tiempos
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Palabrasdelautor.xhtml
Citaintro.xhtml
ParteI.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Parte2.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Parte3.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Parte4.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Parte5.xhtml
Montanas.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Calles.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Despob.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Parte6.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Parte7.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
Section0102.xhtml
Section0103.xhtml
Section0104.xhtml
Section0105.xhtml
Section0106.xhtml
Section0107.xhtml
Section0108.xhtml
Section0109.xhtml
Section0110.xhtml
Section0111.xhtml
Section0112.xhtml
Section0113.xhtml
Section0114.xhtml
Section0115.xhtml
Section0116.xhtml
Section0117.xhtml
Section0118.xhtml
Section0119.xhtml
Section0120.xhtml
Section0121.xhtml
Section0122.xhtml
Section0123.xhtml
Section0124.xhtml
Section0125.xhtml
Section0126.xhtml
Section0127.xhtml
Section0128.xhtml
Section0129.xhtml
Section0130.xhtml
Section0131.xhtml
Section0132.xhtml
Section0133.xhtml
Section0134.xhtml
Section0135.xhtml
Section0136.xhtml
Section0137.xhtml
Section0138.xhtml
Section0139.xhtml
Section0140.xhtml
Parte9.xhtml
Section0142.xhtml
Section0143.xhtml
Section0144.xhtml
Section0145.xhtml
Section0146.xhtml
Section0147.xhtml
Section0148.xhtml
Section0149.xhtml
Section0150.xhtml
Section0151.xhtml
Section0152.xhtml
Section0153.xhtml
Section0154.xhtml
Section0155.xhtml
Parte10.xhtml
Section0157.xhtml
Section0158.xhtml
Section0159.xhtml
Section0160.xhtml
Section0161.xhtml
Section0162.xhtml
Section0163.xhtml
Section0164.xhtml
Section0165.xhtml
Section0166.xhtml
Section0167.xhtml
Section0168.xhtml
Section0169.xhtml
Section0170.xhtml
Section0171.xhtml
Section0172.xhtml
Section0173.xhtml
Section0174.xhtml
Section0175.xhtml
Agradecimientos.xhtml
Bibliografia.xhtml
autor.xhtml