SOLO PARA LOS LISTOS
Los pronósticos del Instituto de Estudios Espaciales neoyorquino, filial de la Goddard Spaceflight Center de Greenbelt, Maryland, hablan por sí solos: las crecientes cantidades de dióxido de carbono que se acumulan en la atmósfera desde los inicios de la revolución industrial, al absorber las radiaciones caloríficas de la Tierra, producen en ésta un efecto de invernadero en virtud del cual su calor, en vez de disiparse en el espacio, se mantiene y provoca una aumento paulatino de las temperaturas en el globo terráqueo que, de proseguir el ritmo actual de consumo de petróleo y sus derivados energéticos, puede alcanzar en la próxima década entre seis y nueve grados. Dicho calentamiento, que aproximaría las condiciones climatológicas de nuestro planeta a las que existieran en el período mesozoico de los dinosaurios, sería suficiente, según la autorizada opinión de los científicos del Instituto, para fundir y desprender el enorme casquete de hielo de la Antártida y aumentar el nivel del mar a cotas de dieciocho o veinte metros, con lo que cubriría así, al cabo de corto tiempo, vastas extensiones de la Tierra, incluidas numerosas zonas urbanofabriles de gran densidad de población. Naciones como Holanda, Bélgica y Dinamarca serían medio borradas del mapa, comarcas marítimas y villas portuarias asistirían a su anegamiento con impotencia y desesperación. Los propietarios de los pisos superiores de Manhattan podrían, en cambio, visitar a sus vecinos en góndola y practicar surf o esquí acuático sobre los árboles sumidos de Central Park.
Estos vaticinios, rigurosamente científicos, imponen desde ahora la adopción de una estrategia a largo plazo destinada a sortear, adelantarse y sacar partido al curso inevitable de los acontecimientos: como los grandes inventos tecnológicos del último siglo, exigen una política audaz de reconversión en la que los espíritus más finos y perspicaces, anticipándose a la arrebatiña, se llevarán mejor tajada y asegurarán para sí y sus descendientes la parte del león.
Del mismo modo que los bruscos trastornos políticos suelen ser un fértil semillero de iniciativas, tanto cuanto impulsan a las personas más inquietas, emprendedoras y activas a ocupar los puestos vacantes en los peldaños superiores de la sociedad, las transformaciones climatológicas que se anuncian serán también almáciga de innovaciones y aventuras fecundas en la medida en que los individuos despiertos, agresivos y astutos podrán ejercer sus estratagemas y talentos sin límite alguno para imponerse y triunfar.
Un cálculo preciso de los nuevos contornos marítimos les permitirá reservarse con un mínimo margen de error las zonas ideales para la disposición de complejos turísticos, puertos deportivos, hipermercados, restaurantes, moteles, campos de golf, comprándolos por un bocado de pan a sus incautos e ignorantes dueños y vender por el contrario aquellas propiedades, fincas y solares que, por hallarse en las zonas inexorablemente cubiertas, perderán más tarde todo su valor. Nuestras agencias de promoción les orientarán desde hoy a la conquista de futuros mercados comerciales e inmobiliarios, trazarán para ustedes, con ayuda de los ordenadores, el gráfico exacto de las áreas más útiles y adecuadas al desarrollo de sus empresas inversoras de venta y especulación.
¡Contemplen desde sus flamantes chalés o condominios selectos la lenta inmersión de propiedades, edificios y terrenos de quienes, por negligencia, ineptitud o cerrazón no han sabido reaccionar a tiempo y sobrevivirán con desolación y tristeza patéticas al ocaso irremediable de su fortuna! Mientras ellos sollozarán por sus bienes, ustedes podrán navegar sobre éstos con el esbelto yate de su propiedad y practicar, si les apetece, la pesca submarina en sus mismísimas mansiones anegadas. Si el que no corre vuela, señoras y señores, piensen que hoy es ya ayer, ¡Vivan resueltamente en el mañana!