Broa de centeno y maíz

En el norte de la península Ibérica, la palabra borona, brona, broa o boroña se emplea para denominar a distintas variedades de panes de maíz, pero también para designar al propio cereal. Hace siglos, cuando comenzó a usarse, no solo tomó el lugar del mijo, sino que en muchos casos también adquirió su nombre (borona en castellano o millo en portugués y gallego). El maíz es un cereal que proporciona al pan un sabor dulce, un color dorado maravilloso y una textura húmeda. Sin embargo, carece del gluten que forman las masas de trigo. Este es el motivo por el cual hay que usar distintas estrategias para su tratamiento. En el País Vasco hacemos finas tortas a la plancha llamadas talos; al no ser fermentadas, se preparan finas para comerlas más fácilmente. En otros casos, la idea es mezclar el maíz con otros cereales, como el trigo (o el centeno, en el caso de esta receta), para que el resultado sea más esponjoso.

En cualquier caso, una técnica común para mejorar las cualidades plásticas del maíz es escaldarlo (mezclarlo con agua muy caliente). Es curioso que esta técnica la usen las amas de casa vascas para hacer sus talos o las panaderas portuguesas para elaborar broas como esta... pero también los pasteleros japoneses para conseguir que un mochi de harina de arroz sea elástico, o los panaderos rusos para que el centeno tenga una textura esponjosa y firme. El mismo problema (falta de gluten o bien gluten débil), la misma solución: escaldar el cereal.

En esta receta, mezclaremos una parte de maíz por dos de centeno integral. El resultado es un pan sólido, de esos que dejan el cuchillo manchado y un sabor indeleble en el paladar. Si has estado en Galicia o en el norte de Portugal, seguro que lo reconoces.

R14_broa_12.jpg

Ingredientes

Masa madre de centeno integral

250 g

Harina integral de centeno

325 g

Harina de maíz

200 g

Agua hirviendo para escaldar el maíz

375 g

Agua para la masa (115-123 %)

250-300 g

Sal

15 g

La noche anterior, mezcla 10 g de masa madre (1) con 120 g de harina integral de centeno y 120 g de agua. Al día siguiente (tras unas 10 horas), la masa estará esponjosa y aromática (2). Vierte el agua recién hervida sobre la harina de maíz y remueve con una cuchara grande hasta formar una pasta (3 y 4). Deja que se enfríe ligeramente hasta que esté tibia, sin que llegue a quemar, y entonces mezcla el resto de los ingredientes (5).

03-06-01.jpg

03-06-02.jpg

03-06-03.jpg

03-06-04.jpg

03-06-05.jpg

Las distintas variedades de maíz y centeno difieren mucho en cuanto a su capacidad para absorber agua, por eso se menciona un abanico de unos 250 a 300 g de agua en la receta. Empieza por la cantidad menor, y ve añadiendo agua hasta obtener la textura de la imagen (6). Tiene que ser densa y tibia por el calor del escaldado de maíz y mancharte las manos, pero no ser tan floja que se desparrame por la mesa. Deja que fermente 1 hora y pásala a la mesa enharinada (7). Usando harina para que no se te pegue la masa (8), dale forma de bola, intentando incorporar algo de tensión para que quede más alta que ancha (9). Ponla sobre una hoja de papel de hornear y deja que fermente unas 2 horas y media. En realidad será la propia masa la que te indicará el momento en que tendrás que meterla en el horno, puesto que se abrirá mostrando grietas (10). Si hubiéramos hecho una masa muy liquida, se caería con rapidez.

03-06-06.jpg

03-06-07.jpg

03-06-08.jpg

03-06-09.jpg

03-06-10.jpg

Hornéala durante 15 minutos a 250 °C con mucha humedad (vierte medio vaso de agua en una bandeja metálica muy caliente) y luego otra hora y media a 200 °C (un total de hora y tres cuartos). Una vez hayas sacado el pan del horno, déjalo que madure y se asiente un día entero. Notarás cómo mejora cuando pasan unas horas.

¿Por qué es interesante esta receta?

Enseña a trabajar el maíz, pero la misma técnica es válida para cereales con poco o nada de gluten, incluso para la espelta, un trigo con mucha proteína, pero con poca fuerza. Usamos un formado sin molde ni tela; la gravedad hace que el pan adquiera la hipnótica forma final.

Variaciones

Por supuesto, puedes añadir una parte de trigo, ya que hará que quede más esponjoso. Busca y experimenta con distintas variedades de maíz. Este es un pan que agradece el gran formato: si tienes un horno grande, elabora piezas de 3 kg o más.

R14_broa_13.jpg

Pan casero
titlepage.xhtml
part0000.html
part0001.html
part0002.html
part0003.html
part0004_split_000.html
part0004_split_001.html
part0005.html
part0006.html
part0007.html
part0008.html
part0009.html
part0010.html
part0011.html
part0012.html
part0013.html
part0014.html
part0015.html
part0016.html
part0017.html
part0018.html
part0019.html
part0020_split_000.html
part0020_split_001.html
part0021_split_000.html
part0021_split_001.html
part0022.html
part0023.html
part0024.html
part0025.html
part0026.html
part0027.html
part0028.html
part0029.html
part0030_split_000.html
part0030_split_001.html
part0031.html
part0032.html
part0033.html
part0034.html
part0035.html
part0036.html
part0037.html
part0038.html
part0039.html
part0040.html
part0041_split_000.html
part0041_split_001.html
part0042.html
part0043.html
part0044.html
part0045.html
part0046.html
part0047.html
part0048.html
part0049.html
part0050.html
part0051.html
part0052.html
part0053.html
part0054.html
part0055.html
part0056_split_000.html
part0056_split_001.html
part0057_split_000.html
part0057_split_001.html
part0058_split_000.html
part0058_split_001.html
part0059_split_000.html
part0059_split_001.html
part0060_split_000.html
part0060_split_001.html
part0061_split_000.html
part0061_split_001.html
part0062_split_000.html
part0062_split_001.html
part0063_split_000.html
part0063_split_001.html
part0064_split_000.html
part0064_split_001.html
part0065_split_000.html
part0065_split_001.html
part0066_split_000.html
part0066_split_001.html
part0067_split_000.html
part0067_split_001.html
part0068_split_000.html
part0068_split_001.html
part0069_split_000.html
part0069_split_001.html
part0070.html
part0071.html
part0072.html