13.
Petrarca ha contado cómo encontró aquel valle: «Buscaba yo, dice, un sitio oculto adonde poder retirarme como a un puerto, cuando encontré un pequeño valle cerrado, Vauclusa, muy solitario, de donde nace el Sorgue, rey de todos los manantiales, donde me establecí. Allí fue donde compuse mis poesías en idioma vulgar, versos en que he descrito las penas de mi juventud.»
También desde Vauclusa oía él, como se podía oír cuando yo pasé, el ruido de las armas qué hacía estremecer la Italia; y exclamaba así:
¡Italia mía...
¡0 diluvio raccolto
Di che deserti strani
Per inondar i nostri dolci campi!
¿Non é questo ‘l terren ch‘io toccai pria?
¿Non o questo ‘l mio nido,
Ove nudrito fui si dolcemente?
¿Non e questa la patria, in ch‘io mi fido,
Madre benigna é pia
Chi copre l‘uno et l‘altro mio parente