3 «Ya se acerca la vejez con sus dolores peculiares: ¿Qué me ofrece el porvenir? Escasas esperanzas. ¿Y lo pasado? Culpas y recuerdos tristes. Tal es la suerte del hombre; se va instruyendo a medida que avanza en edad. ¿Pero de qué sirve el ser sabio, cuando nos hallamos tan cerca de su término?
«Lo pasado, lo presente, lo porvenir, todo me aflige: la vida en su declinación no tiene para mí prestigio alguno, porque pierde sus atractivos en el espejo del tiempo. ¡Placeres! id a buscar el amor y la juventud. ¡Dejadme con mi tristeza y no vengáis a insultarme!»<<