21 ¡Alpes, vosotros no habéis experimentado el poder de mis destinos! El tiempo no obra en vosotros; vuestras frentes han soportado sin trabajo los años que abruman la mía.
Cuando lleno de esperanzas atravesé vuestras cimas la vez primera, se presentaba a mi vista un porvenir inmenso como el horizonte.
La Italia estaba a mis pies, ante mí el mundo.<<