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23 de julio de 1952
Querido Marvin:
Bueno, ya estoy de vuelta. Londres fue bien, París terrible, y al final no pasé por Roma. Dicen que es el verano más caluroso desde antes de la guerra. Y, salvo por el clima, me temo que no hay mucho que contar. La dirección que me diste... Julian se marchó hace una semana. Por lo visto no he dado con él por pocos días. No habría sido de tu agrado: una pensión en un barrio decadente, casi en la periferia de la ciudad. Hice cuanto pude por averiguar su paradero, probé en todos los sitios donde me dijiste que podía estar trabajando. Al preguntar a su casera, no supo darme razón de él; únicamente me insinuó algo de una novia. Julian se lo llevó todo, que al parecer no era mucho.
Te devuelvo el cheque. A juzgar por el lugar donde vivía, desde luego los quinientos dólares le habrían ido bien. Lamento no haber sido de mayor ayuda. Espero que tú, y en especial Margaret, estéis bien.
Tuya,
BEATRICE