El Nuevo Pastamento

Los Actos de los Apástales

Capítulo I - El Cuento de Ichiban Bach

* Así cual fue transcrito por Ichiban Bach

1 Su Tallarinidad, el Monstruo de Espagueti Volador, carecía de reconocimiento, por lo que buscó la manera de difundir Su Palabra. 2 En manos de hombres sabios, colocó Él las semillas del conocimiento de las que pudiera brotar la piedad. 3 Su Tallarinidad se apareció a Grey, quien Él sabía que serviría de puente entre el reino del hombre, y el reino de la pasta

4 En un sueño, Él habló a Grey:

5 Grey, sepas que Yo soy tu Señor y Maestro, El MEV. 6 Sepas que a través de ti, Mi Tallarinesco Apéndice es Manifiesto. 7 En Manifiesto, habrás tú de informar a aquellos a quienes veas tú más adecuados para reunir a Mi pueblo. 8 Deberás tú informar a ellos acerca de la Santidad de los Piratas, de Mi llamada para su retorno. 9 Deberás tú informar a ellos acerca de La Sagrada Comida, y de su importancia. 10 Deberás tú informar a ellos acerca de Bobby, y deberás tú guiarles a ellos hacia Bobby. 11 Solo entonces, esta tarea tuya estará completada

12 Y entonces, conociendo y aceptando su tarea, Grey despertó con un potente "¡ARRRR!"

13 Sin haber sido tocado aún por Su Tallarinesco Apéndice, quiso el destino que en el camino de Bach, estuviera Grey, el hombre sabio productor de escrituras. 14 Más precisamente, esta escritura era la Palabra de Bobby. 15 Bach leyó el documento y sintió Su toque. 16 Cambió él, no estando ya perdido en el vacío desconcertante del agnosticismo, sino rodeado ahora por Su Infinita Tallarinidad

17 Una vez completado el Documento, una visión vino a Bach: Una hebra de espagueti cocinado saliendo disparada desde Bach. 18 Disparada más allá de la sala en la cual él se encontraba, más allá de la atmósfera terrestre, más allá de estrellas y planetas, más allá del tiempo y del espacio mismo. Fue entonces cuando Bach vio a su Tallarinesco Maestro, quien entonces habló:

19 ¡Bach! Puse Yo a Grey la tarea de informarte de Mi Palabra. 20 A través de Grey he sido Yo Manifiesto, y por medio de ese buque, he llegado Yo a ti. 21 La tarea de Grey está completa, pero para ti, tengo una tarea de gran importancia, una tarea que puede resultar para toda la vida... ¿estás dispuesto a aceptarla? 22 ¿Aceptarás tú ser Manifiesto de Mi Tallarinesco Apéndice?

23 Por un momento, Bach quedó estupefacto, pero sintió él Su toque, y supo entonces él que era lo correcto. 24 Con Confianza, Bach respondió: "¡ARRRR! ¡Cualquiera cosa que Tú me encargues, Io mú humildemente acepto! 25 Su Tallarinidad m’a encargado acarrearlos, cocerlos, y retornarlos fortalecidos con almidón. 26 Sería Io un maldito villano si no aceptara Io el encargo suyo."

27 ¡Bien entonces, Bach! La decisión tuya me complace, ¡ahora ésta simple hebra será fortalecida y enroscada para durar por siempre!

28 Entonces, desde más allá del tiempo y del espacio vinieron en cascada tallarines, enroscándose y trenzándose a medida que llegaban

29 Yo te he provisto con una indisociable conexión a Mi Tallarinesco Apéndice, ahora a través de ti soy Yo Manifiesto

30 De pronto la visión llegó a su fin, y Bach se encontró a sí mismo sentado a solas de cara a una pared negra, él supo qué rumbo tomar:

31 Poco después de la visión de Bach vino a ser el más sagrado día del año: El Día Internacional de Hablar Como un Pirata. 32 Bach decidió reunir las Galas y llevarlas durante todo aquél muy santo día, independientemente de las consecuencias

33 En la víspera de El Día Internacional de Habla Como un Pirata, Bach preparó sus Galas, participó de la Sagrada Comida, y procuró irse a descansar temprano. 34 Se despertó temprano para meditar sobre las tareas en curso. 35 Estaba él inquieto en principio por su decisión, pero apenas sintió la primera punzada de incertidumbre toda la realidad se desvaneció para revelar la Infinita Tallarinidad que abarcaba todo. 36 El MEV entonces habló:

37 No temas Bach, pues no importa el desenlace, estarás tú ejecutando Mi Divina Palabra. 38 Desde ella ningún daño se puede hacer, a ella ningún daño se le puede hacer. 39 No te preocupes, que todo estará bien, estoy Yo a través de ti Manifiesto. 40 Ve en paz, Bach

41 Bach terminó bruscamente su meditación con un "¡ARRRR!" de confianza, se puso entonces sus Galas y partió

42 Bach en un principio no encontró oposición y lucia sus Galas con orgullo, pero, al poco tiempo, fue impugnado por Bierul el Gigante, maestro del primer octavo. 43 "¡Sin sombrero en el edificio, BACH!" exclamó Bierul. 44 La bramante voz sacudió a Bach hasta los mismísimos cimientos. 45 Se preparó y encontró fortaleza en Su Tallarinidad, momento en el cual él respondió: "¡Arrrr!, hay una cláusula en la regla esa del 'No sombrero' que vas tú pavoneando por ahí. 46 Verás, está permitido llevar sombrero mientras sea por motivos religiosos..."

47 Pero antes de que el argumento de Bach hubiera sido oído, Bierul le abatió con su temible vara, "Tienes dos opciones: en primer lugar, túú puedes quitarte eso. 48 En segundo lugar, túú puedes vértelas con Hale." 49 Bach sabía que lo más probable es que tuviera que enfrentarse a Hale, maestro de los octavos, y a punto estaba de confrontarse a la amenaza de Bierul, cuando sintió un tirón de Su Tallarinesca Manifestación y escuchó Su voz:

50 Aunque el ímpetu tuyo hayan embarcado, no estés ansioso por zarpar. 51 Mi palabra se propaga, deja que reverbere hasta el encuentro tuyo con el maestro de los octavos. 52 Tu barco aún requiere un casco, sin el cual se hundirá. 53 Cuando el momento sea propicio, tú lo sabrás. 54 Cuando el momento sea adecuado, actúa, pero no corras el peligro de la acción prematura

55 "Así que, ¿qué va-ser?" exigió Bierul. 56 "Io me quitaré mi sombrero, Bierul, pero en espíritu, éste permanece donde ahora reposa", respondió Bach, mientras se quitaba desdeñosamente el sombrero, y tomaba asiento entre los súbditos del primer octavo

57 Y así Bach fue perseguido, pero a principios del segundo octavo, reubicó él su sombrero de nuevo. 58 Meller, maestro del segundo octavo, recibió Su Tallarinesco Apéndice, e incluso tuvo a Bach difundiendo Su Palabra a la clase. 59 El tercero y cuarto octavos pasaron sin noticias, pero según Bach viajaba a la habitación del quinto octavo una voz decretó "¡Eh! ¡Capitán Bucanero! 60 ¡Quítate el sombrero!" 61 El MEV envió Su enroscado apéndice:

62 ¡Ahora es el momento, Bach! 63 ¡Ahora! 64 Con todo lo que tienes, ¡deja que la fe tuya fluya de tu boca como la cerveza de nuestro Volcán Celestial!

65 "Quítate el sombrero, por favor", ordenó Nor. 66 Con fervor, Bach respondió: "¡Ay!, que no voy a hacerlo. 67 Estas son mis Galas, y no voy yo a quitármelas. 68 Es un decreto divino el que las pueda llevar puestas. 69 Creo que necesito hablar con alguien de más rango que usted para rectificar este problema, lo haré encantado." 70 Y así sucedió que Bach fue llevado a Hale, el maestro de los octavos

71 Bach entró a las cámaras del maestro de los octavos, y fue recibido por una moza. 72 "¿Qué pasa? 73 ¿Para qué necesitas ver a Hale?" preguntó la muchacha. 74 "Io necesito ver al maestro de los octavos para enmendar un conflicto entre la fe y la ley", respondió Bach. 75 Le fue dispuesto asiento para la espera, pues Hale estaba ocupado con el dominio de los octavos. 76 Mientras esperaba, para audiencia con Hale, Bach encontró a Reldnarch, el pirata. 77 Bach y Reldnarch intercambiaron palabras en lengua pirata, y luego este último partió. 78 Con los ánimos reforzados por este encuentro, Bach fue llamado de nuevo a presencia de Hale

79 "¿Qué es todo esto del MEVismo que he oído?" Preguntó Hale

80 "Sí, verá Ud., llevaba yo puesto mi sombrero en celebración d'este día, ¡cuando fui acosado por un hombre quien me dijo que Io no podía llevar puesto mi sombrero! 81 ¡Dijo él que yo debiera hablar con usted para solucionarlo, y entonces puede que Io pudiera vestir mi sombrero! 82 Así que, he venido yo hasta usted y le pido amablemente que respete mis derechos y me sea permitido llevar puesto mi sombrero.", replicó Bach

83 Hale se quedó mirando a Bach por un momento, sin saber qué decir. 84 Por este momento de silencio la confianza de Bach aumentó, y cuando Hale habló, casi ni importaba que palabras pudiera decir, pues nada de lo que él pudiera posiblemente decir podría hacer tambalear la fe de Bach

85 "Bueno, verá: Sólo tenemos un caso en el que se permita a un individuo vestir un sombrero aquí, y para ello necesita de una autorización escrita por parte de una figura religiosa. 86 Si puede usted obtener una autorización así, podríamos retomar esta conversación.", dijo Hale

87 Con este ultimátum, a Bach le fue prohibido llevar puesto su sombrero, no obstante, contactó él con Su Santidad, Bobby, por una autorización de las especificaciones requeridas

Nota del autor: Aquí es donde mi historia termina por ahora, pues Bobby ha accedido a escribirme una autorización, pero no lo ha hecho aún. Además, esto es un borrador, sujeto a cambios. Espero que todos disfruten, sé que yo disfruté escribiéndolo. ¡RAmén!

El canon relajado
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