Capítulo VIII
1 Y el MEV habló al pirata Mosey, diciendo: 2 "Ahora te contaré una parábola. 3 Sí, sé que las parábolas son material más para Evangelios y no para libros legales/éticos, pero aun así. 4 Esta es la parábola del Buen Cristiano. 5 Cierto Pastafari iba desde Tortuga a Isla Muerta, y cayó en manos de los ninjas, los cuales le despojaron de su vestimenta, y lo hirieron gravemente, y partieron, dejándolo medio muerto. 6 Y aconteció que descendió un Pirata aquel camino, y viéndole, pasó por el otro lado. 7 Y asimismo una Stripper, según ella pasaba por el lugar: se acercó y lo vio, y pasó por el otro lado. 8 Pero un Cristiano, según viajaba, llegó a donde él estaba: y cuando lo vio, tuvo compasión de él, 9 y se acercó a él, y vendó sus heridas, empapándolas en aceite y vino, y lo llevó a su propia nave, y lo llevó a puerto, y cuidó de él. 10 Y al día siguiente cuando partía, tomó dos piezas de a ocho, y se las dio al mesonero, y le dijo: Cuida de él; y cuanto sea lo que gastes de más, a mí retorno, yo te lo pagaré."