Capítulo III
1 Pero el Pirata Mosey mantuvo la calma y continuó cumpliendo con sus responsabilidades hacia su pueblo. 2 Se preparó para la entrada de ellos a la Tierra Prometida y entrenó a su tripulación en varios métodos de piratería. 3 Dio mayores responsabilidades a sus oficiales con el fin de prepararlos para el mando de tripulaciones en la mar. 4 Designó al más devoto de los hombres, el contramaestre Josh, como el futuro Comodoro de la Flota Pirata
5 Cuando finalmente llegaron a divisar del océano, Mosey envió oteadores a una colina para ver si debieran acercarse. 6 Pero había una tormenta en el horizonte, y el agua estaba llena de monstruos marinos. 7 Decidieron regresar al desierto por un tiempo. 8 Por desgracia, se perdieron otra vez, y vagaron por el desierto durante cuarenta años antes de que regresaran a la costa
9 El MEV vino a ellos y les dio instrucciones para que construyeran muchos barcos y dividieran a los hombres a lo largo de líneas familiares en 12 tripulaciones. 10 Luego Él se volvió hacia Mosey, y le dijo: "¡Eh colega!, estaba un poco resacoso y malhumorado el día que te dije que no se te permitía entrar en la Tierra Prometida. 11 Si quieres ir tú también, está bien."
12 "No, Su Tallarinesco", dijo Mosey, "Yo metí la pata. 13 Lo justo es que yo me quede atrás. 14 Pero me gustaría renovar el Pastamento. 15 Hemos permanecido fieles y nos hemos convertido en piratas como tú querías. 16 ¿Nos permitirás vivir en la Tierra Prometida por siempre?"
17 "Seguro.", dijo el MEV
18 "Estupendo.", dijo Mosey
19 Las tripulaciones se prepararon para zarpar hacia la Tierra Prometida, y el Pirata Mosey dijo adiós y les dio una última sugerencia, 20 "Escuchad Oh Piratas, el Monstruo de Espagueti Volador es nuestro Dios, el Monstruo de Espagueti Volador es delicioso." 21 Y la flota pirata bajo el Comodoro Josh se hizo a la mar y estableció una gran dinastía de bucaneros