Capítulo II
El Gran Encantamiento del Aburrimiento
y la Venida de los Retaquetes
1 Siguiente a la gran reconciliación Retaca, el MEV no hizo sino entrar en un gran período de autosatisfacción. 2 Pues Sus Súbditos eran omnívoros y también retenían su venerable Retaquéz. 3 Y en la gran desocupación sintiéndose condenadamente satisfecho consigo mismo, reposó Sus Muchos Tentáculos sobre Su sensacional mecedora celestial y se lo tomó con calma.
4 Pero tras muchos años de relajación, el Gran Tallarín Único llegó a estar muy aburrido. 5 A pesar de la presencia de Sus dilectos Retacos se sentía Él muy solo. 6 Siendo el Único Ser Supremo, había poca o ninguna posibilidad de encontrar una preciosa MEV para un poquito de 'acción al rojo vivo'. 7 Y absolutamente ninguna posibilidad de alojar un cartel de 'Si oyen ruido NO MOLESTEN' en Su puerta celestial.
8 Y en Su soledad, el MEV inició El Gran Encantamiento del Aburrimiento, 9 que retumbó a través del cielo e hizo caer a la pequeña gente de sus retacas sillas altas.
10 Estoy aburrido.
11 Estoy muy aburrido.
12 Estoy muy, muy aburrido.
13 Estoy muy muy, muy aburrido
14 (Te acostumbras después de unos 100 muy)
15 Estoy tan aburrido que ver en la tele a pijas y famosas
es lo más.
16
Estoy tan aburrido que ver en la tele programas
del corazón es lo mejor del día.
17 Estoy tan aburrido que encuentro al presentador del
telediario incluso cómico.
18 Estoy tan aburrido que el
NO-DO me parece un peliculón.
19 Y entonces después de citar varios miles de más malos momentos en televisión y cine, el MEV dio por terminado El Gran Encantamiento del Aburrimiento.
20 Triste por su Maestro, Egbert ordenó a los Retacos que intentaran condenadamente en serio animar al MEV. 21 Se vistieron ellos con pequeños y lindos trajes tales como Ewoks, gatitos y un surtido de animales peludos. 22 Incluso hicieron ellos pequeñas pantomimas de las canciones de Blanca Nieves, pero el MEV permaneció impasible. 23 Egbert, en su adoración por el MEV elevó sus pequeños y rechonchos brazos al cielo y gritó:
24 "Hey Grrán Koleguita Shpagueeeti. ¿Porrké eshtash tu trrishte? ¡Börk! ¡Börk! ¡Börk!" 25 El MEV replicó en perfecta Lengua Enmarañada Retaca:
26 "Egbert, los Retacos sois mis más benditos súbditos. 27 Vosotros Me habéis traído grandes cantidades de albahaca y hierbas. 28 Me habéis dejado repartir a discreción entre vosotros muchos chistes malos a vuestras expensas. 29 Por ello vosotros habéis seguido siendo mis más venerables súbditos, 30 a pesar de la matanza selectiva de muchas especies en peligro para coméroslas con vuestra pasta penne."
31 Y Egbert replicó:
32 "Nu prroblemo shu alabado. Porrke noshotrrosh shomosh honn-rradosh de ke sheash tú nueshtrro Grrán Kapitan." 33 Y el MEV replicó con una muy grave entonación Retaca:
34 "Retacos, aunque me he reído hasta dolerme la tripa a base de hacer chistes malos a vuestras expensas, 35 hay espacio para más como vosotros en los terrenos de Tierra Tallarín. 36 Mientras que sois muy grandes en muchos aspectos, 37 debe dejarse claro que nos sois perfectos. 38 De hecho muchos de vosotros sois calvos. 39 Respecto a eso, he decidido crear una nueva raza de pequeños seres llamada 'Retaquetes'. 40 Estarán ellos mejorados en gran magnitud, similar a la actualización de Windows 98 a Windows 2000. 41 Y, sí, todos ellos tendrán pelo."
42 Y el MEV cerró Sus Saltones Ojos Pedunculados, 43 y al mundo entraron los Retaquetes. 44 Y los Retacos estaban felices y celosos al mismo tiempo. 45 Ello era principalmente por la mejora en el cuero cabelludo de sus primos.
46 Y mucho resentimiento estaba por llegar de mano de los pequeños colegas calvos.
Aquí concluye el Segundo Libro.