ANDAR
COMPRENDER los movimientos
corporales básicos de andar te será de ayuda para correr. Obsérvate
mientas andas. Fíjate en la colocación del pie desde los dedos al
talón. Los dedos tienen que apuntar directo hacia adelante en cada
paso, con las partes interiores de los pies cayendo aproximadamente
a lo largo de una línea recta. Comprueba el grado de relajación de
la parte superior de tu cuerpo. Debe producirse un balanceo natural
de brazos que comienza en la articulación del hombro. Las muñecas
se mueven solas y los dedos están ligeramente doblados. En cada
paso, el brazo y la pierna opuestos se moverán hacia
adelante.
Intenta andar un poco sin mover los brazos.
Te parecerá raro. Luego, deja que los brazos se balanceen de forma
natural otra vez, y advierte cómo esto ayuda al movimiento hacia
adelante y al equilibrio. Observa cómo tus manos nunca cruzan la
línea que divide el cuerpo en dos partes iguales.
Cuando andas o corres la velocidad del
balanceo de los brazos está directamente relacionada con el ritmo
de las piernas. Anda más deprisa y comprueba cómo la velocidad de
balanceo de los brazos también se incrementa. Luego aumenta la
longitud de la zancada y fíjate en que también aumenta el recorrido
de los brazos de forma proporcional.
Cuando andes, concéntrate en relajar las
manos, los brazos y los hombros. Mantén una zancada regular con la
cabeza perfectamente en equilibrio. No hagas pasos cortos y luego
largos. Camina simplemente a un paso rítmico, con cada paso igual
que el anterior. Anda relajadamente. Piensa relajadamente. Sé
relajado.