Prólogo
Nos gustaría dar las gracias a Alex y Talia Grimaldi, los propietarios del Café Luna en Orion, Maryland. Nos ha encantado reunirnos en vuestra acogedora cafetería para revisar, aclarar dudas y corregir los manuscritos de En mil pedazos. Os agradecemos de corazón vuestra gentileza y hospitalidad, el mejor café expreso (para mí) y el mejor café moca (para Nia), y por todas las veces que abristeis antes de la hora y os quedasteis hasta tarde por nosotras. Alex, las pastas con piñones y el biscotti de anís y albaricoque estaban para chuparse los dedos (mil gracias por añadir mis sugerencias a la receta de este último). Ahora que el libro está terminado echaremos mucho de menos vuestra compañía. Nia ha prometido pasarse a vernos al menos una vez por semana, y yo os visitaré sin falta la próxima vez que esté por la ciudad.
Un fuerte abrazo para los dos, Laurie Stolarz y Nia Rivera