DECLARA LA BANDA DE LOS HORNOS
EL 9 de abril se presenta en la ciudad de Dolores el doctor Fernando Burlando para asumir la defensa de los detenidos Horacio Anselmo Braga, José Luis Auge, Gustavo González y Héctor Miguel Retana.
En una lujosa camioneta y elegantemente vestido, este abogado dejó establecido cuál era su particular manera de encarar una defensa.
Los periodistas estaban asombrados de que todos los miembros de la Banda de Los Hornos hubieran confesado su participación en el homicidio y querían saber por qué su abogado les había recomendado la autoincriminación, si quedaban expuestos a la pena máxima.
—Nosotros queremos que se llegue a la verdad, no importa cuáles sean las consecuencias para mis defendidos —respondió Fernando Burlando fríamente.
Si en un principio los había asombrado la estrategia de la defensa, ahora se mostraban perplejos frente a la respuesta del defensor.
A partir de sus declaraciones, se tejieron decenas de rumores sobre el abogado. Se dijo que es uno de los autores del libreto que repiten hasta el día de hoy Los Horneros, pero esto no pudo confirmarse.
En el momento en que el juez ordenó que prestaran declaración indagatoria los detenidos, Horacio Anselmo Braga y José Luis Auge se hallaban prófugos. Burlando ya había anunciado que no se presentarían hasta que declarara el resto de la banda y él tuviera el resultado de las indagatorias. Tomaba sus recaudos, teniendo en cuenta que a Horacio Anselmo Braga lo acusaban de ser uno de los que portaba un arma e incluso, quien había incendiado el automóvil. Sobre José Luis Auge pesaba la acusación de haber robado la billetera del fotógrafo y la cámara fotográfica.
Ambos eran los más comprometidos en el homicidio y Retana y González, los más débiles y vulnerables. Su abogado sabía que iba a ser fácil quebrarlos. Iban a confesar pero con algunas restricciones.