54.
A principios del nuevo año —1886— el Japón declaró oficialmente lícita la exportación de huevos de gusanos de seda.
En el decenio siguiente Francia sola llegaría a importar huevos japoneses por valor de diez millones de francos.
A partir de 1869, por lo demás, con la apertura del canal de Suez, llegar al Japón no comportaría más de veinte días de viaje. Y volver, poco menos de veinte.
La seda artificial sería patentada, en 1884, por un francés que se llamaba Chardonnet.