Emilio Bueso (Castellón, 1974) es profesor e ingeniero de sistemas. Iniciado como escritor en el realismo sucio y, posteriormente, en el terror y la ciencia ficción, este doble ganador del Premio Celsius —entre otros— ha necesitado solo cuatro novelas para convertirse en uno de los nombres clave del nuevo fantástico español. Inquietante por vocación, Bueso pasó del terror de sus primeras obras (Noche Cerrada, Verbigracia, 2007; Diástole, Salto de Página, 2011) a la distopía de tintes postapocalípticos Cenital (Salto de Página, 2012), enseguida considerada, no sin polémica, como una de las mejores aportaciones españolas a la historia del género. En ella, y a partir de la tesis de que el agotamiento del petróleo y la crisis económica podrían estar íntimamente relacionados, el valenciano reúne a un grupo antisistema en una ecoaldea que le permite combinar, bajo una inusual estructura, su hipnótica prosa y sus personajes en conflicto con una serie de profecías casi ballardianas. Este mismo año, y ahondando más en la violencia apocalíptica, Bueso ha añadido a su trayectoria Esta noche arderá el cielo (Salto de Página), la historia de dos moteros en ruta hacia un desastre inesperado.

En «Al garete», el relato distópico que tiene más carga medioambiental de esta antología, Bueso suma a su media docena de extraordinarios cuentos una desasosegante historia de supervivencia en una caravana de desechos flotantes. De fondo, recogiendo en su irreverente estilo una tradición que va de Noé al cambio climático, el autor hace sonar el rumor de los terroríficos castigos que seguramente merecemos. Esos mismos que tal vez, envanecidos, hayamos empezado ya a alimentar sin darnos cuenta.