§ 32. Versión más precisa de la aspiración al ser

Por eso, para volver a llevar la mirada en dirección a lo aspirado en la aspiración al ser y a captarlo, pregunta Sócrates a Teeteto (186 5 ss.):

Ἦκαὶ τὸ ὅµοιον καὶ τὸ ἀνόµοιον καὶ τὸ ταὐτὸν καὶ ἕτερον;

—Ναί.

—Τί δέ; καλὸν καὶ αἰσχρὸν καὶ ἀγαθόν καὶ κακόν;

—Καὶ τούτων µοι δοκεῖ ἐν τοῖς µάλιστα πρὸς ἄλληλα σκοπεῖσθαι τὴν οὐσίαν, ἀναλογιζοµένη ἐν ἑαυτῇ τὰ γεγονότα καὶ τὰ παρόντα πρὸς τὰ µέλλοντα.

«Después de todo, ¿[en la aspiración también está] el ser igual y ser desigual, también el ser mismo y el ser distinto?

—Sí.

—¿Y qué sucede ahora? ¿Qué sucede ahora con el ser bello y ser feo, y con el ser adecuado y el ser inadecuado?

—También de éstos parece que [el alma] abarca siempre en su mirada el ser, sobre todo en cuanto a su relación mutua, y eso de modo que, en ella y para ella, reúne de aquí y de allá lo sucedido y lo compareciente en su referencia hacia lo futuro».

¿De qué se está hablando aquí? En un primer momento, queremos enumerarlo más bien externamente. Esta enumeración está al servicio de la tarea del tercer paso.

  1. El sobreexcedente que se ha mostrado hasta ahora experimenta a su vez una ampliación. El ser está ahí en la aspiración, no sólo en el ser igual y ser desigual, en el ser otro y ser el mismo, sino ahora también en el ser hermoso y feo, adecuado e inadecuado. También aquí el alma tiene su relación con el ser.
  2. Esta relación con el ser se expresa ahora como σκοπεῖσθαι, abarcar en la mirada, contemplar.
  3. Este contemplar experimenta una interpretación determinada: es un ἀναλογίζεσθαι, «calcular aquí y allá por lo alto».
  4. En este calcular por lo alto, se calcula con el pasado, el presente y el futuro, es decir, con el tiempo.

No cabe pensar en tratar con suficiente exhaustividad todo lo que se ha tocado en los puntos enumerados. Aquí tenemos que conformarnos con aclarar lo mencionado, en el marco de la tarea conductora, lo suficiente como para ver en qué medida la relación del alma con el ser, la aspiración al ser, obtiene con ello una versión más determinada. Pues alcanzar esto es, al fin y al cabo, la tarea del tercer paso.