GATO CAZADOR
Despierto, sabes que los sueños existen. En un sueño, crees que el sueño es la realidad. En un sueño, no tienes conciencia del mundo despierto.
Lo mismo ocurre con Vurt. En el mundo real sabemos que Vurt existe. Dentro de Vurt pensamos que Vurt es la realidad. No tenemos conciencia del mundo real.
EL AGOBIO. Es la encarnación de una perra. Una vez que ese fantasma se ha apoderado de ti, tienes que cargar con él. O con ella. Vuelta a la vida, vuelta al aburrimiento. Eso es lo que sientes, ¿verdad? Pero el Agobio no es tan malo. ¿Qué? ¿Qué está diciendo el Gato? ¿Que el Agobio no es malo? ¡Tío, el Gato pierde el norte! Escuchad, gatitos.
Solo unos cuantos elegidos sienten el Agobio. Son los viajeros del margen, del filo. Esos tipos extraños que no pueden componer sus mentes; ¿qué soy yo? Esa es su pregunta. ¿Vurt o real? Los Agobiados son de los dos mundos; aletean entre los dos, como luciérnagas. ¿Qué son? ¿Insectos o llamas? ¡Las dos cosas! Creedme. Los Agobiados son especiales. Solo que todavía no lo saben. Este es el consejo que les da el Gato: Resistid la tentación; no piséis el freno. Frenar de golpe es renunciar. Renunciar. Abandonar vuestra auténtica vocación.
El Agobio os llama; ¡venid, venid! Dejad que os lleve más arriba. Vurt os desea.
El Gato os desea.