Agradecimientos
Gracias de nuevo a Maya y a Valentí, por el primer paso en este camino blanco. A mi editora, Lucía Luengo, por su dedicación y también a su equipo, que me lleva tan lejos. A Vanesa y a José Luis por guardar mis puntos cardinales. A todos los amigos, familiares y conocidos que me habéis apoyado con la promoción de los libros: en internet, de palabra y de bolsillo. Gracias a cada uno de los lectores que recomendó, regaló o me dijo que se había emocionado con La huella blanca.
Son muchos los artistas con los que me siento en deuda con esta novela: principalmente W.B. Yeats y J.R.R. Tolkien en el terreno literario, pero hay muchos más en el terreno musical (U2, Editors, Placebo, Enya, Moya Brennan, Damien Rice…). Sus canciones son los caballos que me llevan y me traen del otro lado.
Gracias al Museo Nacional de Irlanda, por mantenerse gratuito y ser como una casa para mí, donde siempre puedo pasarme un rato a escribir y donde me siento rodeada de mi propio mundo.
Gracias infinitas a mis hijos: David, Marcos y Esther, por aprender tan pronto a compartirme.
Gracias a Eladio porque aquí, al final de la vida y el tiempo, solo quedas tú.