El Regreso
Los que se queden.
Si es factible para la nave el regreso a la Tierra, una cuestión fundamental será la de los individuos que tengan que quedarse. Actualmente no podemos calcular la gravedad de esa decisión. Quizás aterricen varias expediciones al mismo tiempo y las comunicaciones entre el nuevo mundo y la Tierra sean completas y libres. Si conseguimos establecer contacto amistoso con habitantes civilizados, el problema perderá mucha de su aparente trascendencia.
Si los individuos que se queden han de vivir necesariamente entre fuerzas hostiles, la situación será más bien familiar. Muchas de las precauciones de que hemos hablado quedarían justificadas por esas condiciones adversas.
¿Regreso con un visitante?
Una cuestión que puede surgir es la de si el regreso ha de efectuarse con un visitante a bordo. El significado de esto depende de muchos factores, especialmente de los relacionados con el nivel de civilización. En el nivel más bajo, el deseo del científico por ejemplares, o el deseo de un norteamericano por un souvenir, serían motivaciones suficientes. Si el contacto se establece con civilizaciones más desarrolladas, la expedición de regreso tomaría a un personaje científico o político.
¿Interceptación?
En el viaje de regreso puede estallar abiertamente cualquier conflicto político latente entre los miembros de la expedición. Puede plantearse el problema de dónde aterrizar sobre nuestra Tierra, tan dividida políticamente.
Además, no debe excluirse la posibilidad de que la rivalidad sea lo suficientemente intensa como para provocar tentativas de interceptación —de "secuestro"— durante el viaje de regreso.