Agradecimientos

Le estoy especialmente agradecido a mi esposa, Catherine, por sus múltiples y atentas lecturas de este libro. También quisiera dar las gracias a Rosemary Hutchins, Geoffrey Wolff, Gary Fisketjon y Amanda Urban por su ayuda y su apoyo. Me han corregido algunos puntos, fundamentalmente de cronología. Mi madre piensa que un perro que yo describo como feo era en realidad muy bonito. He dejado alguno de estos puntos como estaban, porque éste es un libro de memorias, y la memoria tiene su propia historia que contar. Pero he hecho todo lo posible para que contara una historia verdadera.

Mi primer padrastro solía decir que con lo que yo no sabía se podría llenar un libro. Pues aquí está.