Agradecimientos
A Alain por todo su apoyo, su tiempo, sus ideas, su paciencia y todo lo demás…
A Françoise Roth por su atención en todo momento, por sus consejos tan atinados, por esa precisión que constituye la riqueza de nuestro trabajo en común.
A René Guitton y a todo el equipo de edición por su profesionalidad.
A Isabelle Baticle por sus intuiciones espirituales y poéticas y por su conocimiento íntimo de China.
A Séverine Bardon, mi valiosísimo contacto pequinés.
A Colette Bardon, que por sí sola simboliza la hospitalidad de la población de Revel, a Cathy Beaudequin, Colette Bernès, Francis Decorsière y Jeanne Ribaucour, Gisèle Jreige e Isabelle Maurin por sus atenciones y su sinceridad.
A Valérie-Andréa Dorléans, por su lectura cuidadosa, por su tiempo, por la abundancia y precisión de sus puntos de vista.
Al doctor Michel Jreige, por sus consejos de experto en medicina china.
A Michel Potez, por sus recuerdos de viaje, de Asia, de encuentros femeninos y de tempestades en los mares del Sur, y por la inspiración de su mansión mágica.
Y, last but not least, a Florence y Marine por su visión fresca y también por su ayuda cuando el tiempo se echaba encima.
Y a Solal, por su presencia.