Considera sus expectativas
Algunos profesores esperan mucho; otros, muy poco. En este sentido, lo que tienes que buscar es a alguien que equipare tu nivel de compromiso. Tener mucho o poco material para trabajar entre una clase y otra puede resultar frustrante. Un buen profesor puede graduar la cantidad de deberes entregados de semana en semana y centrarse en las áreas que te interesen en cada momento.
Otra razón para tener en cuenta las expectativas es saber en qué áreas hace hincapié cada profesor. Por ejemplo, tuve un profesor al principio cuyo objetivo era enseñarme los rudimentos de percusión, y todas las clases se centraban en eso, incluso al tocar la batería. Esta dedicación hacia los rudimentos me proporcionó una sólida base técnica que pude aplicar a cualquier estilo musical. Más tarde, estudié con un profesor que se centraba en la musicalidad. No le importaba cómo sujetase las baquetas ni mi nivel de conocimientos técnicos. Lo que le interesaba era el sonido que sacase de mis tambores y la forma de interpretar la música (la sensación que nos transmite). En vez de corregir mi técnica, analizaba mi interpretación.
Ambos profesores fueron muy valiosos para mí por diferentes razones, y lo que estudié con cada uno de ellos se basó en lo que me ofrecían y en lo que esperaban de mí. Si hubiese ignorado sus enfoques y expectativas y hubiese querido aprender musicalidad del que me ensañaba los rudimentos, los dos nos habríamos sentido defraudados.