Desmitifica los polirritmos
Es posible que, como mucha gente, cuando descubriste tu interés por la percusión, escuchases esta misteriosa palabra: “polirritmos”. Quizá escuchaste que fulanito era un maravilloso percusionista porque era capaz de tocar polirritmos. O, tal vez te advirtieron que tenías que estudiar cómo tocar un polirritmo si querías llegar a ser bueno.
Pues bien, entre tú y yo, los polirritmos no son tan difíciles o misteriosos. Un polirritmo es tan sólo más de un ritmo tocado a la vez.
Cuando te reúnes con tus amigos para improvisar, y cada uno toca lo que le apetece, se crea un polirritmo. Cuando golpeteas con tu pie mientras tocas el tambor, creas un polirritmo. Cuando tocas escuchando un disco que contiene percusión, creas un polirritmo (a no ser que toques justo el mismo ritmo que contiene el disco). Cuando cuentas en voz alta mientras tocas, creas un polirritmo. Por tanto, si has tocado sobre cualquier música (en vivo o grabada) o si has ensayado alguno de los ritmos de este libro, con toda probabilidad, ya has tocado un polirritmo.