Siente la música
Una buena percusión tiene que ver sobre todo con sentir: sentir cómo tocas el ritmo y cómo se relaciona con la música que lo rodea. No tienes que ser el baterista más rápido del mundo o ser capaz de tocar un impresionante solo de batería de 30 minutos, siempre y cuando puedas tocar el groove con una sensación firme.
A
continuación, te doy cuatro consejos que puedes aplicar para que tu
percusión tenga ritmo:
Practica los
fundamentos. Trabaja el ajuste de los
ritmos, manteniéndolos sencillos y esforzándote por lograr la
sincronización de las extremidades. Tienes que encajar el patrón
del hi-hat o del ride con los ritmos del bombo y de la caja. Cuando
se indica en la notación que hay que tocar dos o más instrumentos
juntos, deben tocarse al mismo tiempo. No debería aparecer ningún
sonido tipo flam. (Encuentra más información sobre el flam en el capítulo
3).
Trabaja el
desarrollo de una velocidad constante. Tienes que ser capaz de tocar un ritmo sin acelerarlo o
ralentizarlo. La mejor forma de lograrlo es practicar con un
metrónomo (dispositivo que ayuda a los músicos a mantener el
tiempo). Si puedes, consigue uno que toque las subdivisiones del
compás, es decir, corcheas, tresillos o semicorcheas (En el
capítulo 19, encontrarás más información sobre metrónomos.) Cuando
practiques, ajusta el metrónomo para que toque las subdivisiones
del compás que se correspondan con los ritmos del groove. Por
ejemplo, en un ritmo continuo de corcheas, ajústalo para que toque
corcheas. Hacer esto te ayudará a mantener con precisión los ritmos
entre los pulsos principales.
Escucha el
estilo de música que quieres tocar. Cada
estilo interpreta los ritmos de forma distinta. Los tresillos, por
ejemplo, se tocan de manera distinta en la música swing que en un
shuffle de rock. Aunque se toque incluso a la misma velocidad,
suenan muy distintos. El shuffle de rock transmite una sensación
más relajada, mientras que el ritmo swing parece avanzar a saltos.
El único modo de entender por completo estas sutilezas es escuchar
la música y acostumbrarse a su sonido.
Toca encima de
tu música preferida. Tocar a la vez te
ayuda a acostumbrarte a cambiar de un ritmo a otro y te hace pensar
en la estructura de la canción. También es importante para aprender
a tocar la batería con musicalidad (asunto que abordo en la
siguiente sección). Para empezar, procura ajustar lo que tocas a la
batería con lo que escuchas en las pistas de audio; fills y todo.
Cuando lo domines, podrás empezar a añadir alguno de tus propios
fills.