Capítulo 10
Victoria estaba poniendo en condiciones su habitación; aunque se sometía a limpieza diariamente, ella siempre encontraba algo fuera de lugar que exigía su intervención.
Andrés aprovechó esa distracción para revisar su casilla de mensajes electrónicos en el ordenador de su estudio. Varios días habían pasado desde la última vez que dedicó minutos a esa tarea, que era un complemento de su trabajo. La tarea de escribir, no se limitaba a escribir solamente. Aunque parezca contradictorio, un creador de fantasías, debía defender con uñas y dientes toda su labor. Entrevistas, promociones, seminarios, y refutar las críticas de quienes querían destrozarlo, formaban parte de esa defensa.
Al ver el saco colgado en el perchero, se acordó del episodio del semáforo. Desplegó uno a uno los pliegues, y comenzó a pasar las páginas en blanco del interior. El ejemplar estaba conformado por una hoja impresa, y por una imagen. Las demás hojas estaban en blanco para disimular el grosor imperfecto de un diario de una página.
La inspección exhaustiva le llevó a recabar datos por demás llamativos; el ejemplar tenía una página, la fecha del encabezado estaba adelantada seis meses, una imagen poco clara daba indicios del lugar del desarrollo del enunciado, y lo más importante: la historia era fantástica.
La cabaña en medio de un bosque arbolado, y la quietud de las zonas linderas, eran como un marco intrigante donde la magia de la fotografía, hacia lo propio para crear una libre imaginación de cómo continuaba conformado el paisaje.
Algo comenzó a florecer en su interior, una bandada de mariposas imaginarias en su vientre, elevaban su ser más allá de cualquier altura conocida. Empezaba a sentir lentamente la fuerza de su creatividad explotando en su alma. Los caminos sin retorno que le daba a la historia, se formaban en su cabeza con nitidez, comenzando a dar forma a esa idea caída del cielo. ¿Sería una casualidad, que a las pocas horas de recibir el mensaje, obtuviera una historia después de tantos tropiezos? No le importaba, estaba feliz de volver a estar en el pedestal.
Un crimen pasional, una muestra de la impotencia de una mujer engañada. Una frialdad extrema y delicada en la manera de destrozar los cuerpos. Dos hombres peleando por la posesión de un cuerpo a quien amar, y un arreglo económico descubierto por la despechada que defendió su dignidad regalando la muerte a sus dos pretendientes.
“El escritor de la tragedia” volvería a poner su dramático toque en una historia de amor.