Capítulo 70

Natalia:

César ha estado varios minutos hablándome y bromeando, pero debo haberme vuelto a quedar dormida. Me encanta oírle. Noto cuanto amor siente hacia mí, en cada una de sus palabras, pero estoy agotada y necesito descansar constantemente. Mi cuerpo duele cuando estoy despierta, y siento hormigueo en mis extremidades constantemente, imagino que es por la inactividad. Según tengo entendido, llevo casi dos meses en esta cama… Y les creo, solo tengo que mirar a César. Me apena verle tan demacrado, el pobre no se ha quejado ni una sola vez, pero cuando he despertado, le he encontrado totalmente dormido a mi lado.

Poco a poco, y a medida que me hablan, estoy empezando a recordar cosas que ni siquiera sabía que habían pasado. Una frase, una simple palabra… un gesto.

Hacen que mi mente se llene de imágenes.

Durante estos días, he tenido varios sueños extraños. El que más me ha impactado, ha sido el que tuve con su madre y su hermana. Hanna, me pidió en el, que le dijera algo a su hermano…

Pero creo que será mejor no hacerlo, por culpa de un absurdo sueño, no quiero reabrirle viejas heridas…

Había otro, en el que César hablaba de una descarga, y algo relacionado con el corazón de “nuestro hijo”. El vello se me eriza al recordarlo. No imagino a César hablando de futuros bebés, después de que dejara claro lo que piensa sobre ser padre.

-¡Hora de visitas! - Laura aparece tras la puerta y sonríe al ver que estoy despierta. César se sobresalta.

-Menos mal que te pedí que no hicieras ruido al entrar… - Dice malhumorado mientras se levanta.

Su ojos hinchados y su pelo alborotado le dan un cómico aspecto. Intento sonreír pero todavía me cuesta.

-Anda, ve a peinarte, que parece que te han despiojado un puñado de monos. - Dice Laura mofándose. Varios ruidos salen de mi garganta a modo de carcajadas.

Me duele hasta el alma, pero ha sido muy divertido. César también ríe.

-Te perdonaré esto porque a Natalia le parece gracioso… pero las demás te las tengo guardadas. Voy a adecentarme un poco - Deja un beso en mi frente y entra en el baño.

- Que suerte tienes hermosa - Susurra Laura - Hasta desarreglado esta guapo el canalla. - Mira hacia la puerta donde está César.

-Aaa…leex - Intento decir. Sus ojos se abren - ¿Has hablado? - Traga saliva - ¿Has dicho Alex?…

-Ttttien…es a…aa… Al…eeex - Digo esta vez mas claro.

-¡Joder Natalia! - Da palmaditas - ¡Estás hablando! - Asiento con torpeza y lo entiende.

-Tengo que contarte algunas cosas sobre eso… - Dice apenada - No está funcionando Nata… - Mis ojos se abren. No hace falta que emita ninguna palabra más, me conoce demasiado bien para saber lo que quiero decir solo con la mirada

- Han sido varias cosas, y además he descubierto algo… Algo que no me ha gustado nada de nada, y he preferido terminar con todo… - Vuelvo a abrir mis ojos - No… no te lo contaré hasta que no estés recuperada. Me gustaría por una vez, no ser yo quien hable todo el rato - Sonríe tristemente-Necesito tu opinión mas que cualquier otra cosa - Baja su mirada. Es extraño ver a Laura así y admitir que necesita apoyo, cuanto siempre ha sido autosuficiente en todo.

Algo grave debe haber pasado. - Ahora ya tienes otra razón más para recuperarte pronto.

- Guiña uno de sus ojos.

-¿Mejor? - Dice César señalando su pelo mientras sale del baño

-Ahora parece que te ha lamido una vaca - Todos reímos de nuevo.

-Eres imposible - Pone sus ojos en blanco y niega con la cabeza. - Espero que tu no me trates así… - Se echa sobre mí y deja varios besos en mi cara.

Mordisquea suavemente mi mentón y mi cuello.

Gruñe bromeando mientras lo hace y oigo a Laura reír de fondo. No puedo protestar, pero no me importa. Huele de maravilla. Se ha puesto su perfume, y el aroma que desprende me trae tan buenos recuerdos…

-Vaya… - La voz de la Doctora Nova nos interrumpe. Estábamos tan entregados al juego, que no nos hemos dado cuenta que la puerta se había abierto.

-Hola Nova - César se levanta rápidamente, carraspea y alisa su uniforme.

-Hola Engel… Puede usted seguir devorando a su presa… No se preocupe, puedo venir en otro momento - Mas risas.

-¿Os habéis puesto de acuerdo para tomarla conmigo hoy? - Dice mientras peina su cabello y sonríe avergonzado.

La Doctora abre una carpeta, y saca unos papeles de su interior.

-Los resultados están aquí - Los suelta a los pies de la cama. - Échales un vistazo, mientras yo reviso a Natalia.

Como cada día desde que desperté, la Doctora Nova, me hace un reconocimiento completo.

-Gracias a Dios… - Oigo susurrar a César mientras deja salir un largo suspiro de sus labios.

-Exacto - Dice Nova - La frase “Gracias a Dios”

nunca tuvo tanto sentido. Esto debe ser obra de un milagro, porque si no, no entiendo unos resultados así.

-¿Qué ocurre? - Pregunta Laura. Justo lo que a mi me gustaría saber.

-Es pronto todavía para asegurar nada… pero parece que por el momento, Natalia podrá recuperarse sin problema. - Dice César. - No hay lesiones graves… - Sus ojos brillan. - Es increíble. Hemos tenido mucha suerte…

-Hay muy pocas posibilidades de éxito en casos como el tuyo Natalia - Dice la Doctora - Pero fijate… siempre hay una excepción, y te ha tocado ser a ti. - Sonríe - Bueno… Se me hace tarde y tengo que marcharme. Podéis seguir donde lo dejasteis - Nos mira sonriente por encima de sus gafas. Un gesto muy suyo.

Antes de que la puerta se cierre, vuelve a abrirse. Ahora es Alex quien entra.

-Vaya. También parece ser el día de las visitas.

-Dice César - No me digas que tu también vienes a meterte conmigo… - Bromea.

-Hola… - Dice Alex tenso al percatarse que Laura está en la habitación. - Venía a ver que tal está Natalia, y a hablar contigo…

-Bueno chicos… - Ahora es Laura quien habla - Yo me tengo que ir ya… - Deja un beso en mi mejilla, coge sus cosas y cuando va a salir de la habitación, Alex se pone en medio cortándole el paso.

-No hace falta que te vayas. Solo estaré un par de minutos aquí, y después me iré. - Tiene sus cejas fruncidas y la mira intensamente.

-Lo que yo haga, o deje de hacer, es algo que a ti ya no te importa. Apártate - Dice Laura secamente. César me mira con las cejas levantadas.

-Laura… no hagas esto más difícil… - Alex traga saliva y nos mira. Está poniéndose nervioso.

Imagino que es por lo que está ocurriendo en nuestra presencia.

-¿Puedes cuidar un momento de Natalia, mientras Alex y yo hablamos? - Pregunta César a Laura. Sé que lo hace para salvar a su amigo.

-Está bien - Responde.

-¿Vamos? - César tiene que poner la mano en el hombro de Alex, para que corte el contacto visual con Laura.

-Claro - Dice algo confuso - Vamos. - Los dos salen por la puerta.

Miro a Laura y entiende mi expresión.

-Ya lo sé ¿Vale?. No me mires así… Lo que menos me apetece ahora es estar cerca de él.

En cuanto podamos charlar sobre esto, entenderás todo. - Resoplo en respuesta. - Y para que vayas sacando conjeturas, te adelantaré que no es virgen como me hizo creer. - Cruza sus brazos a la altura de su pecho - Solo fue una artimaña para llamar mi atención - Por su tono de voz, se que está muy dolida.

La puerta se abre y entran los dos de nuevo.

César viene serio. Me gustaría saber que es eso que tenía que hablar con él.

-Yo ya me marcho, vendré en otro momento Natalia. -Dice Alex mirando a Laura - Espero que todo siga tan bien como hasta ahora. Por lo que me cuenta César, estás avanzando muy rápido y me alegro mucho por ello - La puerta se cierra y los ojos de Laura se llenan de lágrimas…