Capítulo 20

 

Caminó hacia el salón y se puso a cuatro patas en el colchón apartando la sábana con la que se tapaba Norim. El cuerpo desnudo apareció ante ella como si fuera un presente que se le ofrecía.

Se puso entre sus piernas y siguió, mitad con sus labios, mitad con la lengua, la longitud de ellas hasta llegar a su centro mismo. Lamió su pene que empezaba a endurecerse ante tal caricia y se lo metió en la boca abarcando todo lo que podía.

Notó a Kreyson en su espalda, las manos en sus nalgas abriéndoselas. Gritó cuando la boca de él se posó sobre su vagina y empezó a lamerla y a estimularle el clítoris con la punta.

Trató de concentrarse en hacer despertar a Norim pero hasta ahora no había conseguido nada más que ponerle duro el miembro.

****

––Norim... Norim despierta... ¡Idiota despiértate! ––gritó su hermano.

––No me llames idiota en mi mente, Kreyson.... ––murmuró él.

––¿Quieres hacer el favor de despertarte?

––¿Qué pasa? Tengo sueño, he acabado rendido...

––Te lo advierto...

––¿El qué?

Becca bufó enfadada por no conseguir que se espabilara. Rodeó con la mano el miembro y situó su boca en la punta del mismo.... Y mordió.

––Busxhaelz![2]

Como un resorte, Norim se sentó en la cama apartándose de ellos. No había apretado tan fuerte como para hacerle daño pero el susto por hacerlo había jugado a su favor para desadormecerlo.

Miró a ambos con cara de incertidumbre, sin saber qué estaba pasando.

––Te lo advertí ––le dijo su hermano asomándose desde detrás de ella.

Su rostro se compuso y una sed de venganza se apoderó de él. Becca iba a pagar caro esa demostración de amor.

––¿Puedo saber qué pasa?

––Becca quiere conocer nuestros cuerpos. Ahora le toca al tuyo.

––¿Así que al mío?

Ella asintió a cuatro patas como estaba. Norim se fijó entonces en su hermano, enterrado en el centro de ella bebiendo sus jugos y jugueteando con el clítoris y sus lugares más íntimos.

Sintió la mano cerrándose sobre su miembro mirándolo con verdadera lujuria. Lo quería... Se acercó de nuevo dejándose caer por el colchón para ponerse debajo a la altura en que su boca quedara alineada con su pene.

En el momento en que lo estuvo, Becca se lo metió provocando que suspirara de placer. Se pasó una mano por detrás de la cabeza mientras la otra la asentaba en la de ella guiándola en sus acometidas, sosteniéndola cuando era él quien movía las caderas para introducirse.

––Despertarse para algo así sí que es una delicia.

––Espera a probarla aquí abajo... ––comentó Kreyson–– Es mucho más dulce que antes.

Becca se quejó por la conversación y Norim observó que estaba sonrojada. Le acarició la mejilla y se vio recompensado con una mirada suya.

––¿Nos dejarás a los dos entrar en ti a la vez, Becca?

La pregunta la dejó descolocada por un momento pero sus sentimientos pudieron más y se vio finalmente aceptando esa petición. Los dos, en ella. El solo pensamiento de ello hacía que su cuerpo se contrajera de anticipación.

Kreyson refunfuñó entre sus piernas y aumentó la succión que, hasta ahora, había sido soportable. En ese instante no podía con ella, las sensaciones que le provocaba hacían que las caderas se le movieran solas queriendo alejarse de él pero éste la atrapó con sus manos fijándola sin darle tregua.

Los gemidos y sollozos de Becca espolearon a Norim quien empezó a mecer con mayor rapidez las caderas entrando y saliendo con más fuerza y longitud. Casi llegaba al fondo de su garganta y eso que aún quedaba un poco por meter. Cerró los ojos y apretó el agarre en la cabeza de ella para que no se moviera. Era una sensación ardiente, llena de pasión y con las vibraciones de ella cada vez que hacía algún sonido, fueron catapultándolo a un orgasmo que acabó soltando en la boca de ella.

Al igual que hizo con el semen de Kreyson, Becca se bebió toda la simiente de Norim dejándolo seco en unos minutos. Soltó e intentó subir hacia su pecho y la boca de él para besarlo pero Kreyson no la dejaba. Sintió entrar uno de sus dedos y su cuerpo se convulsionó ante lo que venía. Un orgasmo tremendo comenzaba a dispararse en su cuerpo y no pudo evitar gritar cuando su mente se puso en blanco y estalló en miles de puntitos hacia no sabía dónde.

Cuando recuperó la conciencia, estaba encima de Norim quien le acariciaba el pelo con sumo cuidado.

––La próxima vez iremos juntos ––le susurró arrastrándola hacia arriba para poder besarla. 

Becca sintió el beso hasta en los dedos de los pies. Era como si la perforara, un contacto atrayente que sacaba de su cuerpo todo el ardor de ella. 

Norim se separó y otras manos la levantaron y asentaron en el cuerpo de Kreyson, tumbado de espaldas en el colchón. Su pene le punteaba en las nalgas y se giró para ver que la tenía dura de nuevo y preparada para otra sesión.

Volvió a elevarla de nuevo sin ningún esfuerzo y situó su lanza en el canal atravesándola de una sola estocada y obligándola a echar la cabeza hacia atrás para inspirar profundamente por la entrada tan directa que había tenido. No dejó que se moviera hasta notar los músculos de ella comprimiendo su pene y entonces empezó a subirla y bajarla a un ritmo que se adecuó a sus respiraciones.

Cuando estaba a punto para otro orgasmo, Kreyson se detuvo en seco. Becca lo miró y apoyó sus manos en el pecho para moverse ella pero él la retuvo.

––Espera.

––¿El qué?

––A Norim.

En ese instante, una mano la empujó a ella hacia delante y cayó en el pecho de Kreyson quien la aferró con una mano mientras la otra la mantenía en las caderas para evitar que se moviera.

––Kreyson... ¿Y el condón? ––inquirió Norim al ver que su hermano no llevaba puesto nada.

––No lo necesitamos.

––Pero ella dijo...

––Da igual, Norim.... ––contestó Becca como si esas palabras fueran lo único que debía decirle.

Un beso en su espalda le dijo que lo estaba entendiendo aunque supuso que Kreyson le habría dicho algo mentalmente.

––Oye, Becca, ¿por aquí también eres virgen? ––preguntó acariciándole con el pulgar su agujero trasero y provocando que una sensación electrizante la recorriera.

––Sí...

––¿Sangrarás?

––No creo... No es como por delante, no vas a encontrar nada que se interponga en tu camino salvo la estrechez.

––Eso no será problema. Pienso metértela entera y adueñarme de esa parte de ti por primera vez ––respondió dejándola sin palabras y a punto de que el corazón le dejara de latir.

Sintió entrar el dedo presionando con fuerza sobre su entrada y expandiéndola poco a poco. Se estremeció indefectible ante su empuje, su cuerpo tenso por ello.

––Shhh.... Tranquila ––susurró Kreyson––. Es nuevo para ti, pero te gustará.

––Lo sé... No puedo evitarlo. Ese lugar es...

––Precioso ––terminó Norim agachándose para lamerlo y lubricar con su saliva el lugar.

––Quizá deberíais usar lubricante...

––¿Qué es lubricante?

––Vi un bote en la bolsa de los juguetes.... Ayudará a entrar con más facilidad.

Norim saltó de la cama con rapidez y rebuscó en el lugar hasta que le mostró el que era a Becca y ésta asintió. Volcó una gran cantidad de crema en su mano y se frotó su falo y la entrada tal y como le instruyó.

Ella jadeó y su canal se contrajo apretando a Kreyson quien siseó. Después rió y le dijo algo a Norim en su mente pues él también se echó a reír.

––Yo también quiero saber lo que habláis entre vosotros ––se quejó ella.

––Cuando el vínculo esté formado podrás hacerlo ––le informó Kreyson––. Sólo cuando estés preparada ––añadió al notar que se tensaba.

La punta de el pene de Norim hizo que se centrara de nuevo en ellos. Kreyson la abrazó con más fuerza tumbándola más sobre él mismo hasta que sus pechos quedaron presionados sobre el torso.

Norim empujó un poco y salvó la primera entrada al meter el glande de una sola vez. La sensación de tener algo alojado en ese agujero era muy fuerte y los músculos de la vagina y del trasero comenzaron a comprimirse sin poder evitarlo.

––Becca, me estas apretando demasiado.

––No puedo detenerlo... Es una sensación rara....

Pronto Norim se encontró ayudándose de esas compresiones para introducirse cada vez más a pesar de los jadeos, sollozos y gritos de Becca, consolada por Kreyson. Sabía que Norim era más impulsivo pero no se detenía hiciera lo que hiciera, seguramente porque sentía que, bajo el dolor, el placer estaba despertando.

––Ya... ––soltó aliviado cuando toda su verga estuvo alojada en el trasero de Becca. Respiraba con dificultad y estaba cubierto con una fina capa de sudor, al igual que Kreyson y ella.

––No te muevas... ––murmuró Becca.

––¿Estás de broma? Esto será lo mejor ––replicó Norim saliendo de golpe casi hasta el final para volver a entrar de igual modo.

Becca se arqueó ante esa embestida a pesar del agarre de Kreyson y notó cómo éste se contenía por no decir nada.

––Norim... ––protestó él.

––Perdón, pero es tan estrecha aquí y se siente tan bien...

––Sí, pero recuerda que también me rozas a mí ––recordó él.

Empezó a moverse de nuevo lentamente hasta que Becca se acostumbró a ser encendida en ese lugar. En el momento en que se relajó, Kreyson emprendió la marcha casi al mismo tiempo que su hermano, abriéndola por los dos agujeros a la vez y forzándola a expandirse con rapidez para alojarlos a ambos en sus canales.

––Dios... ––soltó al aire mientras jadeaba–– Es... Es...

––Eres increíble, Becca ––le dijo Norim.

––Si por nosotros fuera, estaríamos siempre así, unidos ––añadió Kreyson cogiéndola de la cintura para profundizar más.

Volvió a retorcerse y fue cuando Norim la levantó para quedar vertical sobre Kreyson mientras él se deslizaba un poco para seguir penetrándola por el trasero.

Kreyson le cogió los pechos y empezó a masajearlos presionando los pezones y pellizcándolos buscando que se excitara más. Ella empezó a moverse arriba y abajo ayudándoles mientras sus caderas los incitaban con celeridad.

––¿Te gusta, dulzura?

––¡Dios, sí! ¡Sí!

Norim le acarició con la mano la cintura hasta llegar al clítoris y lo empezó a torturar presionando, frotando y tirando de él.

Los sonidos de los dos entrando en Becca y sus respiraciones era todo lo que se oía en el apartamento mientras el calor los calentaba a los tres y los llevaba a otra dimensión.

––Oh, joder, me corro... ––soltó antes de gritar con fuerza seguida de dos liberaciones más. Un calor sofocante se alojó entre sus piernas, ambos canales llenos de la pasión de ellos, saliendo a pesar de sus miembros.

El ardor hizo que volviera a tener otro orgasmo y comenzó a temblar. No podía sostener su cuerpo y Kreyson la agarró tirando hacia él para que descansara sobre su pecho mientras Norim caía en el colchón en el lado contrario. Aún estaban unidos pero no podían moverse todavía, los tres viajando por la estela de sus explosiones, conectando sus respiraciones en una sola.

Amándose a un nivel superior al físico.

Amar por partida doble
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