Capítulo 10

 

Ambos la rodearon para impedir que las mujeres que estaban a su alrededor pudieran hacerle el mínimo daño mientras ella contemplaba atónita la reacción que habían tenido. Observó de pasada a algunas y pensó si no se daban cuenta de que eran más guapas que ella. Pero estaba delante. Ninguno las miraba, sólo a ella.

––¿Hay que hacer cola? ––le preguntó Norim.

––Sí...

––No ––intervino Alice––. El portero nos está haciendo señas para que entremos, creo que se creen que sois famosos.

––¿Qué son famosos? ––inquirió Kreyson.

––Son.... personas conocidas por mucha gente.

––¿Como reyes o príncipes?

Becca miró a Alice. Técnicamente ellos eran príncipes pero...

––Digamos que son personas con las que cualquier hombre, mujer o niño fantasea, y no siempre para cosas buenas.

Esa respuesta pareció satisfacerles porque no volvieron a insistir. Atravesaron las puertas de la discoteca y la claridad de fuera se evaporó con las luces oscuras del lugar. Por instinto, Becca se pegó más a Kreyson que era quien le rodeaba la cintura ahora y éste la apretó más.

La sala estaba a rebosar tanto en la planta baja como en la que ellos se encontraban. La música sonaba demasiado fuerte para su gusto, además una que no solía gustarle. Miró a los otros y vio que Norim tenía los oídos tapados mientras que Kreyson fruncía el ceño en señal de disgusto.

––No nos quedaremos mucho tiempo ––les dijo al verlos incómodos––. Sólo es para que veáis a otras personas.

––¿Por qué? ––quiso saber Kreyson.

¿Cómo podía explicarle que quería saber si ellos se sentían atraídos por otras mujeres mejores que ella?

––Para que sepáis cómo es la vida en la Tierra ––contestó Alice por ella. La miró agradecida y ella le guiñó el ojo.

––Lo mejor es buscar un lugar donde sentarnos ––sugirió Josh––. Aquí somos demasiado visibles y lo más seguro es que causemos un tumulto ––añadió al ver que varias chicas acababan de fijarse en ellos.

Entraron más adentro y recorrieron la zona buscando algún sitio donde sentarse. Becca andaba con ellos a su lado, uno a cada extremo, y, a pesar de las miradas que les daban, ellos no parecían hacer caso.

Siguieron andando hasta que la mano de Norim cogió la de Becca y tiró de ella hacia atrás.

––¿Qué hacen? ––preguntó señalando hacia un lado.

Becca miró hacia donde le señalaba y vio a una mujer tumbada sobre la mesa con varios vasos de alcohol en ciertas zonas de su cuerpo que iban quitándole varios hombres con la boca, bebiéndose el contenido, y dándoselo en la boca a ella.

––Es... Es una diversión...

––¿Eso lo podemos hacer contigo?

––En público no.

––¿Y en privado?

––Ya veremos ––respondió tirando hacia delante para así poder calmarse por lo que presenciado.

Pensar que Norim y Kreyson podían hacerle lo mismo pero sabiendo que sería de una forma mucho más sensual, hizo a su cuerpo reaccionar de anticipación. ¡Tenía que entender que eran extraterrestres! Aunque cuando los miraba se le hacía más y más difícil.

Tras alcanzar a los otros encontraron una mesa. Se sentaron un momento para contemplar la discoteca, muchas de las personas mirándolos a ellos.

––¿Qué tal si vais a por unas bebidas? ––propuso Alice––. Josh, llévatelos.

––Espera, ¿podéis tomar alcohol? ––dijo dirigiéndose a ellos.

––¿Alcohol?

––¿En vuestro planeta no hay? ––preguntó Alice.

––Vino, champagne... ––citó Becca. La cara de ambos se iluminó.

––Sí, eso lo conocemos. Para nosotros es habitual tomarlo.

––¿No os emborracháis?

––¿Emborra... ––Norim fue incapaz de pronunciar la palabra completa.

––Se refiere a que, si tomáis demasiado vino, os duela la cabeza y os mareéis ––explicó Becca.

––No, nunca pasa eso ––respondió Kreyson.

––Vale... Josh, llévales a elegir algo y traednos a nosotras anda.

––¿Estás segura? Nos van a abordar, lo sabes. Y a vosotras igual...

––Pues ya puedes tardar poco ––replicó.

Josh les hizo una seña a los otros para que lo siguieran y se alejaron de ellas aunque los dos volvía la cabeza hacia atrás de cuando en cuando buscando la mirada de Becca.

––Bueno, ¿satisfecha con la prueba?

––Aún no puedo entenderlo, Alice. Han encontrado este vestido, han pasado de las mujeres que había fuera y aquí ni han mirado a una sola... ¿Por qué yo?

––Ya estamos... ¿Qué más te da el porqué? Se han enamorado de ti, Becca, eso es lo que importa.

––Pero, ¿y si es por la conexión? A lo mejor ellos están aquí sólo por eso.

––A ver, piénsalo un poco. Si fuera por el vínculo, ¿no crees que si uno te besara el otro se daría por aliviado al no tener que hacerlo? Y en cambio los dos lo quieren. Cuando has salido de la tienda ibas cogida por Norim pero en la disco era Kreyson quien te llevaba. ¿No crees que si hubiera algo se turnarían uno cada día? Quieren estar contigo Becca, no le des más vueltas.

Lo entendía. Todo lo que acababa de decirle era cierto y eso era lo que más miedo le daba. Si estuvieran obligados, si uno actuaba como parte activa el otro no tendría que participar y, sin embargo, ansiaba su momento con ganas y la devoraba cuando llegaba.

––Oye, nena, ¿estás sola?

Becca giró la cabeza para ver apoyado sobre el sofá donde estaban a un par de chicos. Les sonreían como dos lobos en  busca de Caperucita y vio que Alice ponía los ojos en blanco. Se les notaba que llevaban una buena borrachera y no paraban de moverse tratando de mantener el equilibrio.

––No. Mi novio ha ido a buscar las bebidas.

––¿Y por qué no pasas de él y te vienes con nosotros?

––Porque tengo compañía, ¿no la ves?

––Tía, para no ver a alguien como ella. ––La contestación del chico las pilló por sorpresa.

––Mejor os perdéis por ahí. Probad suerte con otras que tengan el listón en el suelo. Seguro que ahí encontraréis vuestro lugar.

––Nosotros sólo te queremos a ti,  no a ella.

––Qué lástima. Ella siempre viene en mi lote. 

––Alice, quizá deberíamos irnos ––comentó Becca, incómoda por la situación.

Normalmente, si Josh estaba con ellas, las dejaban en paz pero si no, las cosas, con Alice de por medio, se ponían muy feas. Ella solía ocuparse de darles una lección a cualquiera que se propasara, aunque nunca se había enfrentado a dos.

––¿Por qué? Son ellos los que deberían coger sus pollas y salir por patas. Ya les hemos dicho que no queremos nada de ellos.

––Venga, no seas así... ––Uno de ellos le cogió el brazo a Alice y trató de tirar de ella por encima del sofá para sacarla de su sitio. Alice chilló y trató de golpearle pero el otro chico le sujetó el otro brazo.

––¡Soltadla! ––exclamó Becca poniéndose de pie y enfrentándose a los dos.

––¡Tú aparta! ––bramó uno de ellos dándole un empujón.

Becca trastabilló hasta que las fuertes manos de Kreyson la agarraron y detuvieron su caída. Lo miró agradecida pero, al fijarse en su semblante endurecido, supo que estaba furioso.

––Kreyson...

––Vale, tíos. ¿Puedo saber lo que le hacéis a mi novia? ––intervino Josh dejando las bebidas en la mesa y situándose entre Alice y ellos.

––Tranquilo... Solos nos divertíamos con ella y la foca...

Becca apartó la mirada ante el insulto por lo que no vio que Norim se lanzaba sobre el chico y lo tiraba al suelo de un sólo puñetazo.

––¡Ay Dios! ––exclamó Alice––. ¡Becca!

Ella miró y sin palabras al ver a Norim golpeando al chico en el suelo. El otro trataba de separarlos pero, cada vez que se acercaba, Norim lo pateaba para seguir ocupándose del primero. Los más cercanos en la discoteca miraban y chillaban ante el espectáculo, algunos animando y otros tratando de avisar a alguien para que parara la pelea.

––¡Norim, basta!

––¡Te ha insultado!

––¡No importa! ¡Siempre lo hacen!

––¡No! ¡No delante de nosotros!

Se volvió hacia Kreyson.

––Por favor... ––le suplicó––. Os meteréis en un lío, os pueden detener...

––¿Detener?

––Si lo hacen os meterán en una celda y no podréis salir de allí.

––¿Y tú?

––¡No estaré! ¡Estaréis solos! ––gritó.

––Norim. Detente. ––La voz autoritaria de su hermano lo detuvo a escasos milímetros de la cara que iba a golpear en ese momento.

––¿Estás seguro?

––Quiero estar con Becca, ¿y tú?

––También.

––Tenemos que irnos de aquí ––lanzó Josh––. Cuanto antes.

Todos asintieron y se cogieron de las manos para salir corriendo sin que nadie los parara.

Sólo cuando estuvieron a una distancia prudencial dejaron que sus cuerpos recuperaran el aliento.

––Espero que no lo hayas matado... ––comentó Josh.

––Era lo que se merecía ––siseó él––. Becca estaba triste.

Ella se sonrojó ante ese comentario. Ambos la miraban esperando algo por su parte pero no podía enfadarse, ni reprenderlos. Se sentía feliz porque la protegieran de los insultos. Le sonrieron y supo que era porque notaban su felicidad. Tendría que enseñarles que en la Tierra no todo se arreglaba con los puños, al menos una parte de las cosas.

––¿Y ahora? Me niego a ir a otra disco; son capaces de montar otra escena.

––Necesitamos algún sitio donde haya gente. Y comida... Tengo hambre ––dijo Alice.

––¿Qué tal el paseo nocturno? Hay restaurantes y cosas variadas, pueden ver otro tipo de diversiones.

Los tres estuvieron de acuerdo sin preguntarles pues tampoco sabían qué esperar de dos marcianos... ¿tendrían algún tipo de preferencia?

Caminaron por las calles de igual manera que cuando iban hacia la discoteca. Norim la rodeó por la cintura mientras Kreyson mantenía el contacto de ella en su mano y Becca parecía verlos contentos. Empezaba a pensar que quizá sí pudiera haber algo entre ellos.

El paseo nocturno, un largo y amplio pasillo con tiendas de diversos tipos abiertas ofreciendo diferentes entretenimientos a los jóvenes, pareció ser una mejor idea porque se divirtieron mucho más.

Tras comer en un restaurante japonés, cosa que les gustó bastante a ambos por la forma de atiborrarse que tuvieron, Josh los condujo a la tienda de videojuegos donde les enseñó a jugar, o al menos lo intentó. Alice y Becca se reían cada vez que uno de ellos trataba de encestar una pelota virtual en la cesta y ésta no llegaba ni a la mitad del espacio. O cuando lucharon un combate y sus personajes se movían de forma extraña cuando los manejaban ellos.

Norim se echaba a reír cada dos por tres pero Kreyson sólo sonreía, parecía costarle mucho reírse y eso le llamó la atención a Becca. Si eran hermanos, ¿por qué esa diferencia?

––Becca... Josh me ha contado algo, así que espero no te asustes ni te eches para atrás.

––¿De qué hablas?

––¿Qué edad crees que tienen? ––señaló con la cabeza a los dos.

––¿Cuántos años tienen, Alice? ––pronunció, temerosa de la respuesta.

––Más de los que aparentan. Pero Josh dice que, si te unes, su nexo te mantendrá joven y con vida tanto tiempo como ellos.

Los miró para ver que hacían lo mismo. Tenía que controlar sus sentimientos si quería que algo quedara para ella sola. Norim dio un paso hacia ella pero Kreyson lo retuvo murmurándole algo. Pareció surtir efecto pues sólo la saludó y se dio la vuelta para seguir jugando.

––¿Has pensado algo?

––Me resulta difícil verlos como extraterrestres... Eso es verdad. El que los dos me quieran... Me cuesta asimilarlo, pero me lo han demostrado.

––Si no lo han hecho, creo que ahora te lo dejarán bien claro. Acaban de acercársele unas chicas ––avisó Alice mirando con descaro hacia ellos.

Las dos vieron cómo las jóvenes trataban de engatusarlos y los acariciaban tentándolos a irse con ellas. Sin embargo, ellos la señalaron con sendas sonrisas y les dijeron algo. La miraron como si esperaran otra cosa y murmuraron entre sí. Se rieron y volvieron a hablarles haciendo que entrecerraran el ceño.

––Becca, ¿dónde vas?

No lo sabía, pero no podía estarse quieta. Caminó hasta ellos y les cogió a cada uno una mano.

––Lo siento. Son míos ––lanzó a las chicas.

Ambas la miraron sin poder articular palabra. Pero lo peor fue cuando ellos se inclinaron y besaron sus mejillas al mismo tiempo. Sintió por primera vez una explosión de sentimientos en su cuerpo: los de Kreyson, Norim y los de ella misma.

––Tuyos... ––le susurraron al oído retumbando sus palabras en la mente.

Amar por partida doble
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