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Era feliz. Siempre había sido una niña solitaria y le bastaba la compañía de su perro. No echaba de menos a sus amigos, ni tenía prisa alguna por volver al colegio. Si de ella dependiese, se pasaría la vida correteando por la calle persiguiendo a Jacky y tirándole del rabo para hacerlo rabiar.
Jacky olisqueaba las viejas colmenas. Sus padres le habían dicho que no anduviese demasiado por allí porque podía ser peligroso. Las colmenas estaban abandonadas, pero nunca se sabía si alguna vez podían esconderse en ellas algunos bichos. Su padre incluso le había dicho que un día de esos las quemarían para evitar problemas.
—¿Qué haces Jacky?
El perro siguió olisqueando mientras movía el rabo como cuando quería jugar, lo cual era prácticamente todo el día menos cuando dormía o comía.
—Vámonos a casa a desayunar. Deja eso que sabes que a papá no le gusta que juguemos aquí.
Jacky levantó las dos patas delanteras y las puso sobre una de las colmenas. Por lo visto había olido algo y quería cogerlo.
Posiblemente fuesen restos de miel.
—Vamos Jacky, no seas cabezota.
Pero Jacky siguió haciendo caso omiso a la niña, que tuvo que acercarse para cogerlo del collar.
Jacky, al moverse para evitar que lo cogiera, tumbó la colmena que estaba olisqueando. Una especie de nube negra salió de su interior con un zumbido muy agudo. Niña y perro quedaron cubiertos por un sinfín de abejas.
La niña gritaba y corría dando manotazos para quitárselas de encima. Notaba picaduras en todas las partes del cuerpo a la vez y comenzó a marearse. Jacky estaba también cubierto de abejas pero no se movía, algo en su interior le decía que no iba a ocurrirle nada. Eso era algo que ya le había sucedido con anterioridad. Las abejas se cansarían pronto y él podría volver a casa a desayunar, aunque tendría que volver solo porque sabía que la niña se quedaría allí.
Canibalismo
En mi novela anterior incluí unos personajes inspirados en una noticia de prensa que me llamó la atención. Esta vez me ha ocurrido algo similar y no he podido evitar la tentación de incorporarlos a esta novela. Además, en este caso, los personajes a los que me refiero han tenido mucho más protagonismo del que tomaron los personajes de la noticia anterior en EL FANTASMA DE LOS SUEÑOS, hasta el punto de que prácticamente han sido los protagonistas de toda la trama. El argumento general de la novela lo tenía desarrollado en mi cabeza cuando vi la noticia en una revista especializada en DVD —el que haya leído mis últimas novelas sabrá que soy aficionado al cine—. Era justo lo que necesitaba. La revista era DEVIDEO de El Corte Inglés, concretamente era el número de enero, aunque yo no lo leí hasta finales de marzo, cuando ya estaba escribiendo EL ENCANTADOR DE ABEJAS, que por cierto, por esas fechas todavía estaba encabezado por el título provisional de CARAMBOLA A CIEGAS —juzgue ahora el lector si estuve acertado con el cambio del título.
En el sumario de la revista había un pequeño artículo que me pareció muy interesante. Dado que no es demasiado extenso, lo transcribiré a continuación aprovechando para dar las gracias a su autor por ser la causa de mi inspiración. El artículo no estaba firmado, por lo que desconozco su autoría, pero no por ello mi agradecimiento es menor:
“Por mucho que el cine pueda inventar historias y caracteres diversos es cosa bien probada que la realidad siempre —he dicho siempre— supera a la ficción. Un caso espeluznante de esta teoría más que demostrada es el que ha sucedido recientemente en Alemania. Un hombre que deseaba comerse a alguien de su misma especie contactó en Internet con otro que quería ser comido. Tras los saludos de rigor, ambos psicópatas quedaron juntos para realizar ambas atrocidades. El uno mató al otro, y luego lo troceó y se lo comió. Así de asqueroso. Además, esta horrorosa y vomitiva escena fue grabada en vídeo y lo curioso es que la policía no encuentra ahora medios legales para procesar al caníbal, ya que la legislación alemana no contempla esta repugnante práctica. ¿Alguien cree ahora que el Hannibal Lecter de Anthony Hopkins no puede ser superado por las maldades que puede concebir la mente humana?”.
Esto fue el principio de todo. Yo ya tenía escritos los tres primeros capítulos que luego renumeré y en el libro que sostiene en sus manos ahora son los números 3, 4 y 5. Fue al leer el artículo cuando escribí los capítulos que actualmente están numerados con los números 1 y 2. Creo que es un inicio mucho mejor para mi novela.
Consuelo
Con EL ENCANTADOR DE ABEJAS cierro la trilogía que tenía previsto realizar sobre mi personaje Consuelo y que comencé con LA HABITACIÓN DE LAS MARIPOSAS.
Cuando terminé la primera versión de esta novela el año 2003, no sabía si Consuelo protagonizaría alguna otra de mis novelas, pero no lo descartaba. Ahora que termino de reescribirla por completo diez años después, al mirar atrás veo que ese personaje siempre ha sido muy importante para mí. Además de protagonizar la trilogía, ya ha tenido un cameo en LAS VOCES DE LAS HORMIGAS y un papel algo más importante como hipnotista en EL SINDROME DEL DELFÍN, y ahora tengo un proyecto en mente de una serie de novelas cortas dirigidas principalmente al público de Amazon, que me gustaría que él protagonizase. De momento es solo eso, un proyecto, algo que todavía no tengo muy claro, pero es probable que ocurra.
¿Por qué Jack el Destripador y James Maybrick?
Jack el Destripador siempre ha sido un personaje que me ha fascinado, por lo que estaba deseoso de incluirlo en alguna de mis novelas y esta era la ocasión ideal para hacerlo.
Tal vez mi fijación con este personaje tenga algo que ver con que el primer crimen que se le atribuye data de un 31 de agosto y el último de un 5 de noviembre[20]; fechas que coinciden con el día de mi onomástica y de mi cumpleaños respectivamente. ¿Quién sabe?
En cuanto a por qué incido en que James Maybrick era verdaderamente Jack el Destripador, no hay un motivo demasiado evidente, salvo que es la historia de todas las que se manejan en la actualidad, que más me gusta. Solo una teoría más, pero personalmente es mi preferida.
En una de sus obras de investigación, la novelista Patricia Cornwell ha aseverado que el auténtico Jack el Destripador era Walter Sickert, un conocido pintor de la época. Según ella, dispone de suficientes pruebas para acusarlo. En mi caso, no he realizado ninguna investigación personal del personaje más allá de leer todo lo que ha caído en mis manos sobre el mismo. Espero no haber ofendido a nadie al identificarlo como James Maybrick. Insisto en que es una de las hipótesis que se manejan habitualmente y podría haber elegido cualquier otra, aunque en beneficio de mi novela, creo haber optado por la más apropiada.
La virginidad de María
También espero no haber ofendido a nadie con los capítulos en los que aparece el personaje de María, la madre de Jesús de Nazaret. En ningún momento ha sido mi intención hacerlo, ni he querido atacar con ello ni a los creyentes ni a la fe cristiana.
Otros autores antes que yo ya han tratado el tema con mayor o menor delicadeza.
Ontinyent, viernes, 15 de agosto de 2003, 13:45 horas
Pola, domingo, 3 de marzo de 2013, 17:25 horas
[1] Venezolano al que ya se le ha apodado como “Hannibal Lecter de los Andes”. Asesino en serie y caníbal más cruento de los últimos años. Arrestado en febrero de 1999. Afirma haberse comido a más de 10 hombres entre 1997 y 1999. No le tembló la voz al declarar que “Claro, como gente. Cualquiera puede hacerlo pero hay que lavarla bien y condimentarla bastante para evitar enfermedades... solo me como los músculos y las pantorrillas. Con la lengua hago un guisado muy rico y los ojos los utilizo para hacer sopa”. En el momento de escribir esta novela, se encontraba recluido en el psiquiátrico penitenciario de San Juan de los Morros, en Guarico.
[2] Marco Ulpio Trajano (c. 53-117), emperador romano (98-117), conquistador de Dacia y Mesopotamia, y primer emperador romano de origen hispano. Nacido en Itálica (cerca de la actual Sevilla, en la Bética, actualmente España), lo más probable es que su familia fuera de origen romano. De joven se instruyó en el Ejército romano y tomó parte activa en las campañas de Hispania, Siria y Germania, durante los reinados de los emperadores Tito y Domiciano. Se distinguió como general de inteligencia excepcional, y en el 91 fue elegido cónsul. En el 97, el emperador Nerva le adoptó y asoció al imperio.
[3] Cayo Julio César Octavio Augusto (63 a.C.-14 d.C.), primer emperador de Roma (27 a.C.-14 d.C.), restauró la unidad y puso en orden el gobierno romano tras casi un siglo de guerras civiles. Reinó durante un periodo de paz, prosperidad y desarrollo cultural conocido como la era Augusta.
[4] Herodes el Grande (73-4 a.C.), rey de Judea (37-4 a.C.), apoyado por Roma y representado por la tradición cristiana y judía como un traidor, conocido por ser el responsable del degüello de los llamados santos inocentes.
[5] Cirino (o Cirenio) — Gobernador de Siria
Lucas (2 — 1.7) Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. Este es el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su mujer, que estaba en cinta. Mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada.
[6] Mateo, 1,20-21
[7] Jesús nació en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes. Unos magos de oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el que ha nacido, el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo. Al oír esto el rey Herodes, se inquietó, y con él toda Jerusalén; convocó a todos los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley y les preguntó por el lugar de nacimiento del Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá, pues así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”.-Mateo 2,1-6
[8] Profeta hebreo, quien vivió en el siglo VIII a.C. Contemporáneo del profeta Isaías (aunque más joven que este), comenzó a profetizar antes de la caída de Samaria en el 721 a.C.
[9] Miqueas 5,2-3
[10] Personaje real conocido como el Hombre Elefante. En algunas biografías se dice que murió en 1883 a los veintiún años, aunque las más fiables hablan de que falleció a los 27 años en 1890. Padecía un proceso mutante en el gen encargado de la supresión de tumores.
[11] El Dr. Treves se interesó por John y gracias a él vivió en el London Hospital, donde fue cuidado hasta su fallecimiento. No obstante, hay quien le acusa de haber hecho lo mismo que su anterior dueño, por mostrarlo a la sociedad a cambio de dinero, aunque el dinero conseguido se utilizase para cubrir sus gastos hospitalarios.
[12] Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, y Emperatriz de la India.
[13] “Seis prostitutas, contentas de vivir,
una topa con Jack y solo quedan cinco
cuatro y prostituta riman muy bien, lo mismo que tres y yo
Incendiaré la ciudad y solo quedarán dos”.
[14] Mary Jane Kelly, quinta y última víctima adjudicada a Jack el destripador; asesinada el 5 de noviembre de 1888 en su domicilio de Londres, en el número trece de Miller’s Court — Whitechapel.
[15] Florence Elizabeth Chandler, esposa de James Maybri ck, de casada Florence Elizabeth Maybrick, figura en los libros de historia como la primera mujer, ciudadana norteamericana acusada y condenada a la horca por asesinato en Gran Bretaña. Se libró no obstante de la muerte por estar embarazada; presuntamente de uno de sus amantes, y permaneció quince años en la cárcel. Luego se trasladó a EE.UU, donde vivió el resto de sus días.
[16] Quienes mantienen la teoría de que James Maybrick fue realmente Jack el Destripador, piensan que las letras F. M. corresponden a las iniciales de su esposa Florence Maybrick.
[17] Ver La habitación de las mariposas, del mismo autor. Primera novela en la que aparece el personaje de Consuelo.
[18] Ver El fantasma de los sueños, del mismo autor.
[19] En numerosas misivas de Jack el Destripador a Scotland Yard y a la prensa, utilizaba el término de imbéciles al referirse a la policía.
[20] Algunas fuentes hablan del 9 de noviembre