5

Tenía que eliminar de nuevo a Jack el Destripador; y tenía que hacerlo sin que nadie supiese nunca por qué lo había hecho. Nadie llegaría a saber que Jack había vuelto y amenazaba con seguir matando. ¿Cómo lo haría? ¿Por qué él? Consuelo no era un asesino, y era incapaz de matar a sangre fría. Tampoco podía comportarse como un sicario y matar de ese modo a alguien como si de un encargo se tratara. ¿Había sido Florence una asesina o también recibió la señal de algún modo? ¿Sabía a lo que se estaba arriesgando?

Consuelo sería incapaz de afrontar una condena de cárcel. A su edad y con su personalidad no podría adaptarse a una situación tan horrible, aunque las cárceles de la actualidad no pudiesen compararse con las inglesas del siglo diecinueve donde ya estuvo preso como Florence.

¿Por qué no lo denunciaba? María decía conocerlo. Vería quien era y averiguaría si podía implicarlo de alguna manera en el crimen de Juana y de su amante. Porque el otro muerto seguramente sería su amante. ¿Por qué sino le cortó el pene el asesino? ¿No era algo simbólico? ¡Qué demonios!, María decía que conocía la identidad del asesino, pero podía estar equivocada. Más bien parecía cosa del marido que hubiese sorprendido a Juana con su amante. ¿Y si no era más que un crimen pasional?, uno entre tantos. En España se producía más de un caso de esos cada semana, maridos celosos o, simplemente violentos, acababan con la vida de sus esposas, o de sus ex esposas. ¿Quién le aseguraba a Consuelo que este no fuera otro de esos casos? María no parecía la persona más centrada del mundo. Estaba obnubilada; como ausente; y miraba a Consuelo a los ojos, pero como si estuviera enfocando a su nuca. Era una sensación extraña. ¿No se estaría precipitando al creerla tan abiertamente? No solo estaba en juego la vida de un hombre que podría ser inocente, sino su propia vida; o al menos su libertad.

No era un héroe, ni nadie que luchara por las libertades y los derechos de los demás. En cambio, y muy a pesar suyo, en el fondo sabía que se vería obligado a hacerlo. Una vez más se estaba involucrando en algo que le era ajeno.

No sabía si sería capaz de hacerlo.

Ni siquiera sabía muy bien qué es lo que tenía que hacer.

El encantador de abejas
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
sec_0128.xhtml
sec_0129.xhtml
sec_0130.xhtml
sec_0131.xhtml
sec_0132.xhtml
sec_0133.xhtml
sec_0134.xhtml
sec_0135.xhtml
sec_0136.xhtml
sec_0137.xhtml
sec_0138.xhtml
sec_0139.xhtml
sec_0140.xhtml
sec_0141.xhtml
sec_0142.xhtml
sec_0143.xhtml
sec_0144.xhtml
sec_0145.xhtml
sec_0146.xhtml
sec_0147.xhtml
sec_0148.xhtml
sec_0149.xhtml
sec_0150.xhtml
sec_0151.xhtml
sec_0152.xhtml
sec_0153.xhtml
sec_0154.xhtml
sec_0155.xhtml
sec_0156.xhtml
sec_0157.xhtml
sec_0158.xhtml