65

Por el camino rompí a llorar. Pasivamente al principio. Por mi rostro resbalaban lágrimas silenciosas sin que yo pusiera nada de mi parte. Luego, cuando el dolor se desprendió a pedazos de mis entrañas y trepó hasta mi garganta, los sollozos fueron en aumento, hasta desembocar en berridos guturales. Detenida en un semáforo, donde ya no necesitaba mantener el cuerpo derecho, pude apoyar la cabeza en el volante y dar rienda suelta a las convulsiones. En un momento dado me percaté de que el conductor del coche de al lado, un hombre joven, me estaba observando. Bajó la ventanilla del copiloto y con cara de sincera preocupación, me dijo con los labios:

—¿Estás bien?

Me sequé la cara con el brazo y asentí. Sí, sí, gracias, perfectamente.

Artie me esperaba junto a la puerta principal de su planta. Parecía un hombre atormentado. Sus ojos viajaron por mi rostro manchado de lágrimas pero no dijo nada.

Puse rumbo a su despacho acristalado pero me detuvo.

—En mi despacho no. Demasiada gente.

—¿Dónde, entonces?

Me llevó a un cubículo especial, sin ventanas.

—Sentémonos —dijo.

Enmudecida por el dolor, asentí con la cabeza y tomé asiento en una silla de oficina incómoda. Artie se sentó en otra, frente a mí.

—Lo he meditado largo y tendido —dijo.

No me cabía duda.

—En realidad no quiero hacerlo —prosiguió.

—Pues no lo hagas —repliqué.

—Demasiado tarde, no puedo echarme atrás. El daño ya está hecho. Me ha costado mucho tomar esta decisión. Me hallaba en un verdadero dilema, pero... —Se sumió en un silencio desconsolado, los codos en las rodillas, la mano sobre la boca.

No soportaba más tanta espera.

—Habla.

—Bien. —Dejó de contemplar el rincón de la habitación y me miró directamente a los ojos—. He echado un vistazo al contrato. Lógicamente, no he podido fotocopiarlo. Si alguien descubre que lo he visto siquiera... En fin, el caso es que John Joseph está metido hasta el cuello.

—¿Metido hasta el cuello en qué?

Artie me miró atónito.

—En la inversión de los conciertos de Laddz. Y no está asegurado. No podía pagar el seguro. Si los conciertos se cancelan, será la ruina para él. Necesita que Wayne Diffney aparezca como sea.

Tardé unos segundos en recuperar el habla. La información sobre John Joseph era útil, aunque no reveladora, pero no era la causa de mi silencio. Fue por el hecho de que Artie se hubiera arriesgado tanto por mí.

—¿Para eso me has traído a este cuartucho? ¿Para decirme que has puesto tu carrera en peligro al hurgar en un contrato privado por mí?

—Hay más —dijo.

Lo imaginaba.

—Tu amigo Jay Parker también está metido.

—¿Mi amigo?

—Sí, tu amigo.

—No es mi amigo.

Artie me observó en silencio.

—¿No lo es? —No tenía un pelo de tonto—. Me... me preocupaba que lo fuera. Que tú y él tuvierais una historia inacabada.

Negué con la cabeza.

—No hay ninguna historia inacabada. Mi historia con Jay Parker está... totalmente... —¿cuál era la palabra idónea?-... acabada.

—Me... me alegra oír eso. —Cuánta lectura entre líneas, Artie y yo. Realmente éramos como un libro de Jane Austen, como solía decir mi madre.

—Otra cosa —dijo.

—Habla...

—Harry Gilliam también ha puesto dinero. Naturalmente, se oculta detrás de una sociedad de cartera, un asunto turbio y astuto, pero eso no importa ahora. Lo que importa es que es un hombre peligroso, Helen. No soy nadie para decirte cómo actuar, pero deberías mantenerte alejada de él.

—Lo haré. ¿Y...?

—¿Y?

—¿Eso es todo lo que tienes que decirme?

Parecía algo sorprendido.

—Eh... sí. ¿Debería haber algo más?

—Pensaba que me habías traído aquí para romper conmigo.

Me miró durante un largo instante.

—¿Por qué iba a querer hacer tal cosa —me preguntó con ternura— si te quiero?

Helen no puede dormir
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
Section_0001.xhtml
Section_0002.xhtml
Section_0003.xhtml
Section_0004.xhtml
Section_0005.xhtml
Section_0006.xhtml
Section_0007.xhtml
Section_0008.xhtml
Section_0009.xhtml
Section_0010.xhtml
Section_0011.xhtml
Section_0012.xhtml
Section_0013.xhtml
Section_0014.xhtml
Section_0015.xhtml
Section_0016.xhtml
Section_0017.xhtml
Section_0018.xhtml
Section_0019.xhtml
Section_0020.xhtml
Section_0021.xhtml
Section_0022.xhtml
Section_0023.xhtml
Section_0024.xhtml
Section_0025.xhtml
Section_0026.xhtml
Section_0027.xhtml
Section_0028.xhtml
Section_0029.xhtml
Section_0030.xhtml
Section_0031.xhtml
Section_0032.xhtml
Section_0033.xhtml
Section_0034.xhtml
Section_0035.xhtml
Section_0036.xhtml
Section_0037.xhtml
Section_0038.xhtml
Section_0039.xhtml
Section_0040.xhtml
Section_0041.xhtml
Section_0042.xhtml
Section_0043.xhtml
Section_0044.xhtml
Section_0045.xhtml
Section_0046.xhtml
Section_0047.xhtml
Section_0048.xhtml
Section_0049.xhtml
Section_0050.xhtml
Section_0051.xhtml
Section_0052.xhtml
Section_0053.xhtml
Section_0054.xhtml
Section_0055.xhtml
Section_0056.xhtml
Section_0057.xhtml
Section_0058.xhtml
Section_0059.xhtml
Section_0060.xhtml
Section_0061.xhtml
Section_0062.xhtml
Section_0063.xhtml
Section_0064.xhtml
Section_0065.xhtml
Section_0066.xhtml
Section_0067.xhtml
Section_0068.xhtml
Section_0069.xhtml
Section_0070.xhtml
Section_0071.xhtml
Section_0072.xhtml
Section_0073.xhtml
Section_0074.xhtml
Section_0075.xhtml
Section_0076.xhtml
Section_0077.xhtml
Section_0078.xhtml
Section_0079.xhtml
Section_0080.xhtml
autor.xhtml