De cómo el Amor enseña al arçipreste, que aya en sí buenas costumbres, e sobre todo que se guarde de beber mucho vino blanco e tinto
Buenas costumbres debes en ti siempre aver.
guárdate, sobre todo, mucho vino beber,
que el vino fiso a Lot con sus fijas volver
en vergüenza del mundo, en saña de Dios caer.
Fiso cuerpo e alma perder a un hermitaño,
que nunca lo bebiera; probolo por su daño;
retentolo el diablo con su sotil engaño
físole beber el vino, oye enxiemplo estraño:
Era un hermitaño quarenta años avía,
que en todas sus oblas en yermo a Dios servía
en tiempo de su vida nunca el vino bebía,
en santidad e en ayuno et en oraçión vevía.
Tomava grand pesar el diablo con esto
pensó cómo podiese partirle de aquesto,
vino a él un día con sotileça presto:
'Dios te salve, buen omen,' dixo con simple gesto.
Maravillado el monge, dis': 'A Dios me acomiendo
'dime qué cosa eres, que yo non te entiendo.
'Grand tiempo ha, que está aquí a Dios serviendo,
'nunca vi aquí omen, con la crus me defiendo.'
Non pudo el diablo a su persona llegar,
seyendo arredrado comenzolo a retentar
dis: 'Aquel cuerpo de Dios, que tú deseas gustar,
'yo te mostraré manera, que lo puedas tomar.
'Non debes tener dubda, que del vino se fase
'la sangre verdadera de Dios, en ello yase
'sacramento muy sano, prueba, si te plase.'
El diablo al monje armado lo enlase.
Dixo el hermitaño: 'Non sé qué es vino.'
Respondió el diablo, presto por lo que vino,
dis: 'Aquellos taberneros, que van por el camino,
'te darán asás d'ello, ve por ello festino.'
Físole ir por el vino, et desque fue venido,
dixo: 'Saca d'ello, e bebe, pues lo as traído,
'prueba un poco d'ello, et desque ayas bebido,
'verás que mi consejo te será por bien avido.'
Bebió el hermitaño mucho vino sin tiento,
como era fuerte puro, sacol' de entendimiento;
desque vido el diablo que ya echava çimiento,
armó sotil su casa et su aparejamiento.
'Amigo,' dis, 'non sabes de noche, nin de día
'quál es la hora çierta, nin el mundo cómo se guía,
'toma gallo que te muestre las horas cada día,
'con él alguna fembra, que con ellas mejor cría.'
Creyó su mal consejo, ya el vino usava,
él estando con vino, vido cómo se juntava
el gallo a las fembras, con ellas se deleytava,
cobdiçió faser forniçio desque con vino estava.
Fue con él la cobdiçia raís de todos males,
luxuria e soberbia tres pecados mortales,
luego el omeçida: estos pecados tales
trae el mucho vino a los descomunales.
Desçendió de la hermita, forçó una muger,
ella dando muchas voçes non se pudo defender,
desque pecó con ella temió mesturado ser,
matola el mesquino, e óvose de perder.
Como diçe el proverbio, palabra es bien çierta,
que no hay encobierta que a mal non rebierta,
fue la su mala obra en punto descobierta,
esa hora fue el monge preso et en refierta.
Descobrió con el vino quánto mal había fecho,
fue luego justiçiado, como era derecho,
perdió cuerpo e alma el cuitado mal trecho:
en el beber demás y ay todo el mal provecho.
Fase perder la vista, et acortar la vida,
tira la fuerça toda, si s' toma sin medida,
fase tembrar los miembros, todo seso olvida:
a do es el mucho vino, toda cosa es perdida.
Fase oler el fuelgo, que es tacha muy mala,
huele muy mal la boca, non ay cosa que l' vala,
quema las asaduras, el fígado trascala:
si amar quieres dueña, del vino bien te guarda.
Los omes embriagos ayna envegesçen,
fasen muchas vilesas, todos los aborresçen,
en su color non andan, sécanse et enmagresçen,
a Dios lo yerran mucho, del mundo desfallesçen.
A do más puja el vino qu'el seso dos meajas,
fasen roído los beodos como puercos et grajas:
por ende vienen muertes, contiendas e barajas:
el mucho vino es bueno en cubas e en tinajas.
Es el vino muy bueno en su mesma natura,
muchas bondades tiene, si se toma con mesura,
al que demás lo bebe, sácalo de cordura,
toda maldat del mundo fase et toda locura.
Por ende fuye del vino, et fas buenos gestos
quando fablares con dueñas, diles doneos apuestos,
los fermosos retraheres tien' para desir apuestos,
sospirando la fabla, con deçires honestos.
Non fables muy apriesa, nin otro si muy paso,
non seas rebatado, nin vagaroso laso,
de quanto que pidiere non le seas escaso,
de lo que le prometieres non la trayas a traspaso.
Quien muy ayna fabla, ninguno non le entiende,
quien fabla muy paso, enójase quien le atiende
el grant arrebatamiento con locura contiende,
el mucho vagaroso de torpe non se defiende.
Nunca ome escaso recabda de ligero,
nin acava quanto quiere si le veyen costumero,
a quien de oy en cras fabla, non dan por verdadero,
al que manda e da luego a éste lo an primero.
En todos los tus fechos, en fablar et en ál
escoge la mesura, et lo que es comunal:
como en todas cosas poner mesura val',
así, sin la mesura, todo parece mal.
Non quieras jugar dados, nin seas tablagero:
ca es mala ganancia, peor que de logrero;
el judío al año da tres por cuatro; pero
el tablag' de un día dobla el su mal dinero.
Desque los omes están en juegos ençendidos,
despójanse por dados, los dineros perdidos.
Al tablagero fincan dineros et vestidos,
do non les come, se rascan los tahures amidos.
Los males de los dados dislos maestre Roldán,
todas sus maestrías et las tachas que an,
más alholís rematan, pero non comen pan,
que corderos la Pasqua, nin ansarones San Juan.
Non uses con bellacos, nin seas peleador,
non quieras ser caçurro, nin seas escarnidor,
nin seas de ti mismo, e de tus fechos loador
ca el que muncho se alava, de sí mismo es denostador.
Non seas maldesçiente, nin seas envidioso,
a tu muger si es cuerda, non le seas çeloso,
si algo no l' probares, no l' seas despechoso
non seas de su algo pedidor codiçioso.
Ante ella non alabes otra de paresçer,
ca en punto la farás luego entristeçer,
cuydará que a la otra querías ante vençer,
poderte ya tal achaque tu pleyto empesçer.
De otra muger non le digas, más a ella alava,
et trebejo, dueña non lo quiere en otra aljava,
raçón de fermosura en ella la alava:
quien contra esto fase, tarda e non recabda.
Non le seas mintroso, seyle muy verdadero,
quando fables con ella, non seas tú parlero,
do te fablare de amor, sey tú plasentero,
ca el que calla et aprende, éste es mansellero.
Ante otros de açerca tú muncho non la cates
nin la fagas señales, a sí mismo non mates,
ca muchos lo entienden que lo probaron antes
de lexos algarea, quedo non te arrebates.
Sey como la paloma, limpio et mesurado,
sey como el pavón, loçano sosegado,
sey cuerdo e non sañudo, nin triste, nin ayrado,
en esto se esmera el que es enamorado.
De una cosa te guarda quando amares a una:
non se sepa que amas otra muger alguna;
si non, todo su afán es sombra de luna,
et es como quien siembra en río o en laguna.
Piensa si consintrá tu caballo tal freno,
que tu entendedora amase a fray Moreno;
pues piensa por ti mesmo, e cata bien tu seno,
et por tu coraçón juzgarás el ageno.
Sobre todas las cosas fabla de su bondat,
non te alabes d'ella, que es grand torpedad,
muchos pierden la dueña por desir neçedat,
que quier' que por ti faga, tenlo en poridat.
Si mucho le ençelares, mucho fará por ti,
do fallé poridat, de grado departí,
de omen mesturero nunca me entremetí,
a muchos de las dueñas por esto los partí.
Como tiene el estómago en sí mucha vianda,
tenga la poridat que es mucho más blanda
Catón, sabio romano, en su libro lo manda,
dis' que la buena poridat en buen amigo anda.
Tirando con sus dientes descúbrese la çarça,
échanla de la viña, de la huerta e de la haça,
alçando el cuello suyo descóbrese la garça,
buen callar cient sueldos val' en toda plaça.
A muchos fase mal el omen mesturero,
a muchos desayuda, e a sí primero,
reselan d'él las dueñas, e danle por fasañero,
por mala dicha de uno pierde todo el tablero.
Por un mur pequeño que poco queso preso
disen luego: 'Los mures han comido el queso.'
Sea el mal andante, sea el mal apreso,
quien a sí e a otros estorva con mal seso.
De tres cosas que pidas a la muger falaguera,
deçirte ha la segunda si le guardas la primera:
si las dos bien guardares, deçirte ha la terçera:
Non pierdas a la dueña por tu lengua parlera.
Si tú guardar sopieres esto que te castigo,
cras te dará la puerta quien te hoy çierra el postigo
la que te hoy desama, cras te querrá amigo:
fas' consejo de amigo, fuye loor de enemigo.
Mucho más te diría, si podiese aquí estar,
mas tengo por el mundo otros muchos de pagar,
pésales por mi tardanza, a mí pesa del vagar,
castígate castigando, e sabrás a otros castigar.»
Yo Joan Ruis, el sobredicho arçipreste de Hita,
porque mi coraçón de trovar non se quita,
nunca fallé tal dueña como a vos Amor pinta,
nin creo que la falle en toda esta coyta.