Epílogo

 

Después de la cruel batalla, los reptilianos consiguieron huir, y aunque se fueron sin la preciada reliquia de Lemuria, a todas luces, no resultaron ser adversarios fáciles. Jack quedó exhausto de la batalla y Lady, quedó malherida. Por suerte, Jesús fue a asistirlos y, puesto que los reptilianos ya salieron con el rabo entre las piernas, no había peligro.

–Padre, dame el cáliz. Si el alma de ésta chica aún sigue en su cuerpo, puedo salvarla, yo puedo hacerlo.

Yavhé le lanzó a Jesús la reliquia y cuando él lo deseó, comenzó a salir agua de las grietas de los ladrillos de uno de los muros. Jesús ni corto ni perezoso, tomó algo de esa agua bendita, llenó el cuenco y en cuanto se la echó a Lady en la herida, esta empezó a cerrarse al instante. Luego, cogió parte del agua que quedaba y tras coger su cabeza con cuidado, le hizo beber. Un minuto más tarde su herida se taponó casi milagrosamente, y ella, tras apretar los ojos volvió a abrirlos.

–Lady, Lady despierta, ya no hay peligro. He utilizado la Semilla del Edén para crear agua y regenerar tus tejidos dañados. ¿Te encuentras bien?

Ella se levantó aturdida y cuando casi se cae Jesús le agarró de la mano, evitándoselo.

–Sí, creo que estoy bien, ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el enemigo? Y sobre todo, ¿Dónde está Jack?

–Cálmate chica, Jack, está cansado. Pero ahora lo curaré con la Semilla del Edén.

Ella miró hacía el frente y halló a Jack inconsciente a diez metros en el suelo, con el fantasma carcomido de Jean Paul, agachado a su lado. En cuanto los vio, salió corriendo preocupada hacia ellos y cuando el fantasma de su amigo, tocó su cabeza, sus heridas sanaron al instante, pero él aún seguía inconsciente. Ella, cuando llegó hacia él, estaba tan dominada por la preocupación que ni siquiera advirtió que Jean Paul, espectral y carcomido, estaba a su lado, curándole. Simplemente, se limitó a correr hacia él y tras coger su rostro con las manos solo comenzó a llorar diciendo.

–¡Jack, joder Jack, despierta, no me jodas amor mío, ya no hay peligro, por Dios Jack despierta, maldita sea despierta!

El abrió los ojos renovado y dijo:

–¿Aún me tomas por un niñato engreído?

Ella, con su típico falso coraje le abrazó fuerte y entre besos le dijo.

–¿Por qué eres tan estúpido eh? ¿Por qué? Soy tonta, me enamoré de ti, te quiero, vámonos a casa amor mío.

En aquel momento, el fantasma carcomido de Jean Paul, aún estaba ahí de pie. Jack tras levantarse alegre de ser recibido por su amada, solo dijo:

–Me quedé inconsciente. ¿Ganamos la batalla? Un momento, si sigo vivo… ¿Por qué sigues carcomido, cómo es que no has sido perdonado como espíritu?

–Ahora debo ser liberado amigo mío. La razón por la que aparecí, fue porque el Arquitecto Universal, Yavhé, me hizo libre del limbo, con la Semilla del Edén. Puesto que yo soy tu espíritu guía, y él, deseó a la Semilla, que te mandase ayuda.

En aquel momento, Jesús se acercó con la Semilla y dijo.

–Has luchado con valentía, joven Jean Paul, y tu premio, es el reino multidimensional de la luz eterna, donde solo hallarás paz, sin dolor, vida perpetua. –En aquel momento, Jesús levantó la Semilla del Edén y ésta empezó a brillar–. Ven a por éste alma justa, oh luz perpetua del Shambala.

Al instante, del cielo cayó un rayo de luz dorada con forma de túnel y seres de luz, color azulados y blancos aparecieron.

–¿Son ánimas benditas?

Jesús y los pleyadianos asintieron con la cabeza.

–En efecto, es el paraíso prometido de la Biblia, donde ya no hay más muerte ni más dolor. Esta vida, es solo una prueba, de quién merece la salvación y quién la desdicha. Ese es el sentido de la vida, y esa es la razón por la que a todo ser de existencia limitada, se le da el libre albedrío. Para testear sus corazones, su nobleza, y su capacidad. Aunque no todo era cierto, esa parte sí. El reino de la llama eterna, o Gehena, es el infierno. Y también es real. Ahora, debes irte joven Jean Paul, has sido indultado, y tus pecados perdonados por siempre. Acércate a la luz, y dejarás de sentir la podredumbre en tu alma.

Jean Paul asintió con la cabeza.

–De acuerdo, oye, gracias por liberarme amigo mío, en la entrada del gehena, sentía el dolor de estar muerto, cómo mi alma se pudría lentamente al unísono de mi cuerpo mortal, y sentía el calor de aquellas llamas, además de oír los gritos de los torturados eternamente. Te espero arriba, hermano mío.

En aquel momento a Jack se le cayó una lágrima y abrazó aquel espectro, aunque lo atravesaba y no pudo.

–De nada, amigo mío. Yo también sufría por saber que estabas ahí, cuando en mis visiones te vi podrido al lado de esos demonios y de ese cruel abismo de fuego. Aquella cárcel de almas, tuvo que ser dolorosa. Es increíble Jean. No te imaginas, cuanto amor siento ahora.

El espectro dio un paso atrás y cuando la luz dorada inundó su rostro, su cara se volvió normal y sus heridas sanaron como si estuviese vivo. Y su sufrimiento acabó por siempre. Entonces, Se sintió sólido por un momento, se acercó a su mejor amigo, y él pudo sentir como le abrazaba.

Jack soltó lágrimas de nostalgia y alegría, y éste le secó con su pulgar el rostro.

–Jean…, te están esperando. Vete ya. Volveré a verte, pero, aún no.

–Aún no, pero no estés triste, amigo mío, yo te observaré desde arriba, y piensa que estaré en la gloria de la luz, no llores por mí, yo estaré bien esperándote ahí arriba, y algún día volveremos a vernos, hermano mío. Me llevo mucho amor. Y mucha paz. Mi alma está libre por fin. Adiós. Si te entra la nostalgia, usa la Semilla y podrás comunicarte conmigo.

Jack asintió con la cabeza y cuando su amigo cruzó hacia el túnel dorado, la luz se fue alejando de la vida.

Los pleyadianos, usaron la Semilla para reconstruir las estructuras dañadas de los edificios, para curarse ellos mismos, y en cuanto recogieron el cadáver de Laplace, lo llevaron a la nave para luego arrojarlo en el mar. Donde unos tiburones, vendrían a darse un festín, acudiendo al olor de la sangre. Todo quedó intacto.

En los días contiguos, ya recuperado del susto, escondió a buen recaudo las reliquias de Nostradamus, se casó con Lady, y durante la ceremonia, el ramo le cayó a Yuthisa, la cual acabó confesando a Lady que las traicionó poniendo cámaras en su casa cuando la coaccionaron, y su amiga la perdonó. Luego, cuando llegó a su noche de bodas. Jack despertó y observó a su esposa envejecida, avisándole para cenar.

Todo era un recuerdo activado por la Semilla, y su esposa Lady, lo desactivó al despertarle.

–¡Jack, Jack despierta! ¡Es la hora de la cena!

El anciano Jack despertó confuso.

–¿Qué ha pasado, qué hora es? –Inquirió.

–¡Las nueve y media bonito!

–¿Qué me ha pasado? Es que he visto los recuerdos de mi juventud.

Lady envejecida se cruzó de brazos con falso coraje, tal y como hizo de joven.

–Pues que ésta mañana, cuando fui a comprar, te dejé aquí, y yo comí, merendé y me fui de compras con Yuthisa y unas amigas, y cuando volví te encontré aquí roncando, y con la dorada luz del maldito cachivache inundando la casa. Despertaste en cuanto te lo quité de la mano y desee que se desactivase. ¡Y ahora a cenar, que está abajo tu hijo Jean Paul con su mujer, y tus nietos!

–De acuerdo amor mío, voy.

El anciano Jack, tomó de nuevo la Semilla desactivada y tras mirarla unos segundos se levantó, abrió la caja fuerte y antes de colocarla en su interior, deseó por un segundo hablar con su viejo amigo, contempló su lateral dorado y en el reflejo del metal, pudo ver a Jean Paul ponerle la mano en su hombro durante un microsegundo.

–Yo también lo deseo viejo amigo. Pero mejor ve a cenar, no quieras enfadar a Lady. ¡Da más miedo que los Anunnaki!

Acto seguido, asintió con la cabeza, soltó la Semilla en la caja y la cerró pensando.

«Tienes razón, mon ami, la próxima vez que quiera recordar una anécdota, simplemente la escribiré con mi portátil».

El secreto de Nostradamus
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