21

 

En el transcurso del tiempo en el que Jack recibió poder y entrenamiento, por parte de los Maestros Ascendidos, Lord Mabus, tampoco perdió el tiempo: después de que sus hombres acabasen de rematar al policía testigo, volvió a llamarlos para refugiarlos en la mansión sin hacer nada durante unos días para que las aguas vuelvan a su cauce, las cosas se calmen, y sus enemigos bajen la guardia. También aprovechó para sacrificar otra efigie e invocar a Baal, estando presentes El Consejo De Las Trece Familias, como era habitual en cada invocación.

Éste, tras insultarle de nuevo por seguir enfadado por su osadía de la anterior invocación, solo le dijo que estos días no hiciese nada salvo vigilar al Gran Maestre Los Guardianes del Shambala, que en realidad era el nuevo nombre del Priorato de Sión. Así que en los días siguientes, Mabus consiguió un kit completo de espionaje de alta tecnología, pagando a un contacto suyo de la C.I.A. e hizo que los suyos pusieran transmisores y micrófonos de alta intensidad en la casa de Monsieur Richelieu, en el pequeño Smart de Lady, e incluso dentro de su apartamento, pues la maléfica logia, tras indagar durante esos días y darse cuenta que Yuthisa vivía junto a Lady y que al ser su mejor amiga jamás sospecharían de ella, la esperaron a la salida de su trabajo obligándola a colaborar, o la asesinarían a ella y a su novio.

De modo que, casi envuelta en lágrimas, puso un transmisor entre el sofá del salón, y una cámara espía con micrófono en el interior de un peluche que había en un estante del salón. «Lady perdóname, hermana mía».

Al día siguiente, para asegurarse de que ha cumplido su misión, Snake volvió a  encañonarla por la espalda a la salida de su trabajo y le dijo.

–¿Has hecho lo que le he mandado?

Ella, sin darse la vuelta asintió con la cabeza mientras una lágrima caía por su mejilla.

–Gracias eres muy amable. Nosotros lo vigilamos todo, sabemos quién es tu familia, si dices algo, tú y los tuyos moriréis. ¿Entendido?

–No diré nada, ahora váyase al infierno.

–Así me gusta. No te des la vuelta hasta dentro de dos minutos o te asesinaré en el acto.

Snake corrió hacia el callejón de atrás donde subió a su coche, y ella, aterrada y paralizada, no pudo evitar orinarse encima y llorar con lágrima seca, debido a que estaba en la calle y procuró que no se notase.

Se fue a casa corriendo y se cambió. No tuvo valor de decirle nada a Jack ni a Lady. Solo miraba el peluche y se acordaba de la serena y amenazante voz de aquel hombre, que la obligó a traicionar a su hermana de otra madre.

Por otra parte, después de la jugada maestra, Lord Dragonetti, ahora Lord Mabus, conectó el receptor de las cámaras y los micrófonos a una pantalla de 100 pulgadas de su lujoso salón y también celebró el golpe maestro a sus enemigos dando una fiesta en su mansión por todo lo alto, en la que los invitados fueron la alta cúpula de la hermandad, y su enorme plantilla de guardaespaldas y sicarios, algunos internos, que vivían en la mansión.

Al día siguiente, cuando sus criados limpiaron todo, el oscuro maestro comprobó las cámaras. Todo funcionaba perfectamente y desde su salón podía oír y ver tanto la casa del líder del bando enemigo, como el humilde hogar de Lady, donde Jack investigaba cómo dar con el preciado tesoro, que ambos bandos necesitaban.

El secreto de Nostradamus
titlepage.xhtml
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split0.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split1.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split3.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split4.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split2.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split5.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split6.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split7.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split8.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split9.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split10.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split11.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split12.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split13.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split14.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split15.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split16.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split17.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split18.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split19.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split20.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split21.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split22.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split23.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split24.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split25.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split26.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split27.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split28.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split29.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split30.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split31.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split32.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split33.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split34.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split35.html
CR!T1925WBGVH46ZDNQFDBKTG17QFXK_split_000_split36.html